La inflación es una problemática que llegó para quedarse, e incluso expertos acusan que esto podría empeorar al avanzar los meses. Para ello, algunos productos han presentado ciertos cambios con respecto a sus cantidades para no aumentar sus precios.
Hoy en día podemos percatarnos que una caja de cereal que siempre mantenía 500 gr hoy mantiene su mismo precio, pero ahora con menos cantidad. Algunas de ellas han bajado 50 y hasta 70 gr por caja. Lo mismo ocurre con la mermelada, la leche, el aceite, tarros de conserva, entre otros.
Este fenómeno se ha estado repitiendo mucho durante el último tiempo, y se debe al encarecimiento de los precios producto de la inflación, donde son varias las marcas que han recurrido a la práctica del “shrinkflation”, o refludación.
Esta estrategia no es algo nuevo, y las empresas productoras suelen usarla ante el encarecimiento de las variables de fabricación y la intención de subir los valores. “Los productores de materias primas, principalmente, están usando el método del achicamiento, es decir, reducir el contenido de sus productos para mantener el precio. Por ejemplo, si el precio de un kilo de arroz era mil pesos, ahora, 900 gramos de arroz se venden a mil pesos. Si una persona quiere comprar un kilo de arroz, como antes, debe pagar 1.100 pesos”, explica Víctor Espinosa, académico de Economía Política de la Universidad Autónoma.
La Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu) asegura que esta estrategia no es ilegal siempre que se identifique el detalle del contenido en el envase.
Si bien la legislación obliga a los vendedores a mostrar tanto el precio del producto como el precio por kilogramo o litro en las góndolas, algunos clientes critican que estas están con letras demasiado pequeñas o que cuesta verlas a simple vista.
Durante este difícil periodo de inflación, los productos que más subieron de precio fueron el pan, que registró un aumento mensual del 5,9% y acumula un 11,3% en 2022 y 19,1% en 12 meses y la carne de pollo, que en marzo subió un 9,1%.
