El conflicto entre Israel e Irán sigue escalando tras las recientes declaraciones del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien advirtió que “un futuro muy próximo verán aviones israelíes, la Fuerza Aérea Israelí, nuestros pilotos sobrevolando los cielos de Teherán”. El mandatario anunció una ofensiva directa contra lo que calificó como una doble amenaza: el desarrollo de armas nucleares y la producción de misiles balísticos en territorio iraní.
Netanyahu acusó al régimen de los ayatolás de planear la fabricación de 20.000 misiles balísticos con el objetivo de “destruir el Estado de Israel”. “No podemos permitirnos que desarrollen capacidad de producción para 20.000 misiles, así que hemos tomado medidas para destruirla”, subrayó, confirmando ataques recientes sobre instalaciones militares, centros de investigación y científicos clave en Irán.
Desde el inicio de esta ofensiva, al menos 78 personas han muerto y más de 320 han resultado heridas en territorio iraní, según datos entregados por el representante de Irán ante la ONU, Saeed Iravani. Entre los objetivos alcanzados, Israel ha mencionado la destrucción de una instalación de conversión nuclear y la ofensiva contra “el equipo principal de científicos que lidera estos proyectos”.
En suelo israelí, los misiles lanzados desde Irán han dejado tres muertos en Tel Aviv y más de 70 heridos. Netanyahu lamentó estas pérdidas señalando: “Comparto el dolor de las familias y los invoco nuevamente: escuchen las instrucciones del Comando del Frente Interno; ellos salvan vidas”. La tensión en Medio Oriente se intensifica con cada hora, bajo un escenario cada vez más inestable y de consecuencias imprevisibles.
