Son cientos de personas en la comuna de Arica las que se han visto afectadas con altos niveles de metales pesados como el plomo, arsénico, cadmio, mercurio y zinc; esto a raíz de los más de 20 mil residuos tóxicos que dejó la empresa sueca Boliden, a través de un contrato con la empresa local Promel Ltda., hecho que ocurrió en la ciudad entre los años 1984 y 1985.
Ni la dictadura militar ni las presidencias de Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet, Sebastián Piñera ni Gabriel Boric, han podido dar una solución definitiva y concreta a más de 40 años de espera de las familias.
En 2013, más de 700 residentes del sector de Cerro Chuño iniciaron una demanda con la empresa Boliden en Suecia. Su lucha acabó en fracaso cuando el Tribunal de Apelación del Norte de Norrland desechó el caso, argumentando que entre la demanda y el depósito de desechos habían pasado más de 20 años.
En 2021 un grupo de la ONU visitó el lugar y presionaron a los estados de Suecia y Chile a hacerse cargo de los residuos.
La empresa chilena Promel, que importó los residuos desde Suecia prometiendo tratarlos y almacenarlos adecuadamente, también es parte de otro caso en que residuos mineros importados por la misma empresa y abandonados, fueron removidos a otro lugar de Arica, generando riesgos de salud a la población. El caso llegó el año pasado a la Corte Suprema, la que ordenó medidas a organismos públicos como realizar reuniones con las familias, hacerse responsable del tratamiento de estas, en su alimentación y exámenes para diagnosticar los niveles de contaminación en su cuerpo.
Los afectados pidieron apoyo para mejorar su salud y evitar la propagación de los tóxicos, con altas concentraciones de arsénico, mercurio, cadmio y plomo.
Luz Ramírez Herrera, Patricia Moreno y Verónica Lizama, son tres testimonios de mujeres que han vivido la realidad del plomo.
La primera de ellas es, Luz Ramírez, tiene dos hijos, de 14 y 24 años es presidenta de la fundación “Mamitas del plomo”, creada el año 2019 manifestó a Vilas radio que, “hemos solicitado pertenecer a la mesa de polimetales, reunirnos con el Gobernador para trabajar con el tema polimetales que fue su compromiso en periodo de campaña, cosa que desde que asumió no se ha logrado concretar. Hay muchas cosas que se pueden realizar en favor de los niños contaminados” (sin modificar la Ley 20.590 de la cual nuestros niños no son beneficiados).
Ramírez cuenta, además, que el cambio de vivienda tuvo un costo económico, aparte de los médicos por enfermedades y de la alimentación adecuada para mantener el sistema inmunológico elevado para proteger y evitar enfermedades de sus hijos y de los niños de la fundación.
Luz Ramírez es presidenta de la Fundación Mamitas del Plomo, que su directiva es integrada por Lissette Muñoz, vicepresidenta; María Mendieta, secretaria; Michelle Ramírez y Gloria Flores, directora n°1.Ellas han estado desde 2019 protegiendo y ayudando a niños y adolescentes que actualmente no están amparados por la Ley 20.590.
Las consecuencias que ha traído el estar expuesto a la contaminación con polimetales son diversas enfermedades y alergias alimentarias, megacolon tóxico, dermatitis, déficit atencional, TDAH, Tea, entre otras. Madres que no pueden trabajar por dedicarse al cuidado 24/7 de sus hijos ya que dedican mucho tiempo en citas al doctor, ir una y otra vez al hospital a sacar horas, les cambian las horas, el doctor no atiende o está de vacaciones y vuelta a sacar cita y así pasan la mayor parte del tiempo.
Patricia, en tanto, dice que la erradicaron del Sector de Cerro Chuño, Morrillo Pasaje 2, y fueron trasladados a Departamentos de Linderos con Providencia, Conjunto Habitacional Doña Elisa.
“Yo Lo único que he pedido siempre de parte de las autoridades es médicos especialistas para mis hijos. Mucha gente pidió plata. Tuvimos muchas consecuencias, por ejemplo, a mi hija mayor le dio artritis cuando tenía como 13 o 14 años, estuvo hospitalizada, estuvo en teletón porque quedó en silla de ruedas, y mi hija de al medio le daban jaquecas constantes, ella también estuvo hospitalizada, le hicieron escáner para descartar algo grave porque le daban nauseas, dolores fuertes de cabeza y ella tenía solo 11 años.
“La guinda de la torta fue mi hijo menor, a los 14 años, lo diagnosticaron con autismo leve, un retraso de 7 años y esquizofrenia y las mismas personas que atendieron a mi hijo en el hospital, indagaron por qué tenía todo eso, no había antecedentes en la familia y se dieron cuenta que era por la contaminación”.
Moreno manifiesta a Vilas Radio, que profesionales del hospital, como el fallecido Doctor Gilberto García evitaba que la prensa nacional testificase la contaminación de plomo, arsénico, cadmio, entre otros, que existía, “de mi casa por ejemplo sacaron 40 tambores y 20 sacos de tóxicos”.
El delegado presidencial de Arica y Parinacota, Ricardo Sanzana Oteíza, reconoció que existe un compromiso con las familias afectadas por polimetales. “Es nuestro deber como representantes del gobierno y por supuesto del estado, mantener el contacto con juntas de vecinos y diversas agrupaciones sociales, que están preocupados por la contaminación. Esto se gestiona desde la delegación y desde la seremi de Medio Ambiente con cierta regularidad”.
“El cumplimiento de la Ley 20.590 se ha hecho en temas de vivienda, relocalización y proyectos urbanos integrales para las personas. Además, el Gobierno Regional dio los recursos para que el Servicio de Salud pueda contar con nuevas instalaciones para el funcionamiento del Centro de Salud Ambiental, establecimiento que se va a encargar de hacer el seguimiento de las 13 mil 700 personas que están acreditadas con la Ley y viene a dar respuesta a quienes requerían de un centro de atención como el que estamos muy pronto a entregar”.
Actualmente en el sector de Cerro Chuño existe otra problemática porque, al mismo tiempo que las personas fueron trasladadas de zona para que pudieran vivir en un lugar que estuviera sin contaminación. Al sector llegaron nuevos habitantes, en su mayoría extranjeros y que actualmente no existe un registro y como manifiesta la autoridad “Ahí hay una toma por parte de personas que tenemos que catastrar y actualmente no hemos recibido ningún reporte vinculado a polimetales, pero las pesquisas son permanentes no solo en ese lugar sino en toda la región”.
Finalmente, Verónica, señaló que “la vida después de la contaminación con polimetales ha sido difícil, porque, por ejemplo, yo vivo en Los Industriales 2, y en este sector no fuimos erradicados, yo vivo en la misma casa hace 33 años”.
“Existe mucha decepción de parte de la gente, pensamos que la Ley 20.590, iba a traer soluciones, pero no fue así, solo nos favorece con cosas básicas, y los gobiernos de turno más no pueden hacer, porque lo que nosotros queremos es modificar la ley con beneficios concretos de médicos para el tratamiento”.
“Mis enfermedades tienen que ver con los huesos, pero lo más grave es lo de mis hijas porque, por ejemplo, la mayor sufrió mucho de alergias, manchas en la piel, en uñas, mi hija de en medio, la pasó mal en el embarazo porque se detectó 40% de arsénico en su cuerpo, su hijo tiene enfermedades musculares y dislexia, su segundo hijo también tiene problemas a la piel y tiene autismo y su tercera hija de dos años, lo mismo, muchos problemas a la piel”.
Su hija menor, confirma, que a raíz de la contaminación por polimetales, sufre enfermedades de salud mental, un pronóstico suicida, “esa situación fue compleja familiarmente, pero lo estamos tratando con medicamentos, con especialistas y la contención del núcleo familiar ha sido fundamental”.
El artículo publicado el 5 de junio de 2022 en LinkedIn “Autismo y su relación con los metales pesados. ¿Cuál es la realidad?» por el Toxicólogo Clínico, Jesús Boadas Morales manifiesta que:
El Autismo o el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición que afecta a 1 de cada 100 personas a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud. En América Latina no tenemos cifras confiables en este particular y su diagnóstico se hace alrededor de los 6 años. La presencia de un niño con TEA es fuente de preocupación y ansiedad en toda la familia, por el estigma que significa y por no tener una causa y un abordaje totalmente claro. Desde hace al menos 2 décadas se ha establecido una relación entre algunos trastornos del neurodesarrollo y los niveles elevados de metales pesados como mercurio, plomo, aluminio y talio; incluso en los años 90 llegaron a “satanizar” algunas vacunas por su contenido de timerosal (derivado de mercurio usado como conservante). Afortunadamente esto ya ha sido descartado, pero lo que sí está claro es que estas personas son propensas a la acumulación de metales, posiblemente por alteraciones en sus mecanismos naturales de detoxificación. Los niveles elevados de metales tienen efectos sobre el sistema nervioso central provocando alteraciones a nivel cognitivo (aprendizaje, atención, concentración, etc) que pudieran sumarse, agravar y enmascarar otros síntomas del TEA y condiciones similares. Adicionalmente está claro que la intoxicación por metales también produce efectos hematológicos, óseos, renales y hepáticos entre otros, haciendo necesario su tratamiento.
Existen numerosos estudios que muestran como grupos de niños de diferentes edades diagnosticados con TEA presentan niveles mayores de plomo, talio, mercurio, aluminio y otros metales con respecto a un grupo control. Otros estudios han indicado una relación entre los niveles de ciertos metales, especialmente el mercurio, con la severidad de los síntomas del autismo.
Hoy en día aún existe controversia en cuanto a la efectividad de ciertos tratamientos en los trastornos del espectro autista, una de ellas tiene que ver con la utilidad de la desintoxicación por metales pesados como plomo y mercurio y el efecto de este tratamiento en el desarrollo del TEA y otras condiciones del neurodesarrollo.
El miércoles 7 de febrero de 2024 en el canal local Arica TV, entrevistaron al abogado ambientalista, Juan Molina, el cual comentó que “la Fundación Mamitas del Plomo se acercó a él para poder realizar una demanda por daño ambiental, contra el Estado de Chile, y contra todos los que resulten responsables por la afectación significativa y duradera que afecta vida y salud de las personas y pasa a llevar su dignidad”.
“En tiempos de Augusto Pinochet se hicieron viviendas sociales en el sector de Cerro Chuño, los niños jugaban con estos depósitos hoy esos niños, algunos han desarrollados varios trastornos del espectro autista, y la falta de una solución integral porque la Ley solo ve esta situación de manera paliativa”.
POLIMETALES EN ARICA: UN DAÑO IRREVERSIBLE QUE AÚN ESTÁ PENDIENTE DE SOLUCIONES
