La comunidad ariqueña enfrenta un escenario de incertidumbre ante la posibilidad de que este año no se instalen las tradicionales ramadas de Fiestas Patrias en la avenida Comandante San Martín, debido a los reiterados desprendimientos de material rocoso desde el Morro de Arica.
El reciente informe técnico de las autoridades advirtió sobre riesgos para actividades masivas en el sector, lo que ha generado inquietud entre ramaderos, comerciantes y ciudadanos. El anuncio, hecho a poco más de un mes de las celebraciones, encendió el debate sobre seguridad pública, planificación y el respeto a las tradiciones locales.
El senador José Durana manifestó su rechazo a la medida: “¿Usted se imagina que no hayan ramadas en estas fiestas patrias? Es inaceptable que, cuando queda poco más de 30 días, le vengan avisando a los señores ramaderos que no se van a poder instalar en la avenida Comandante San Martín. ¿Por qué se tiene que discriminar la fiesta chilena? Si no hay ramadas, entonces tampoco puede haber parada militar ni ninguna actividad masiva si finalmente hay riesgo en esa zona. De una vez por todas, tenemos que dar certeza jurídica y administrativa”.
Además, Durana cuestionó la falta de un plan preventivo para el Morro: “No podemos seguir improvisando. Se requiere una intervención integral para evitar que estos desprendimientos sigan afectando nuestras actividades más importantes”.
Desde el gremio de ramaderos, una representante expresó su preocupación: “Esto nos deja sin tiempo ni espacio para trabajar. Las ramadas son nuestra fuente de ingreso y parte importante de la tradición de Arica. Muchos ya habíamos hecho inversiones para este año y no sabemos qué va a pasar”.
Los desprendimientos del Morro no son un hecho aislado. En los últimos años, especialmente durante el invierno y la temporada de lluvias, se han registrado caídas de rocas que han obligado al cierre temporal de tramos de la avenida costera y han encendido alertas sobre la seguridad del sector.
La eventual suspensión de las ramadas no solo afectaría a comerciantes y artistas locales, sino también a la economía regional, ya que cada septiembre la celebración atrae a miles de visitantes, generando un importante movimiento turístico y cultural.
Las autoridades municipales y regionales están evaluando alternativas de ubicación para la celebración o la posibilidad de habilitar el sector con medidas de mitigación de riesgo. Sin embargo, la falta de tiempo y la magnitud del evento hacen que la solución no sea sencilla.
Mientras tanto, la comunidad espera una decisión definitiva en los próximos días, con la esperanza de que las Fiestas Patrias conserven su esencia y se mantenga viva una tradición que, para Arica, es mucho más que una celebración: es parte de su identidad.
