Varias publicaciones en redes sociales y diarios internacionales hablan de lo mismo: se trata de esta situación en la que un sujeto de origen alemán, de 38 años, no respetó los protocolos de seguridad y subió a la pirámide Castillo de Chichén Itzá, ciudad de México.
El turista se adentró a la cámara del poliedro para esconderse y burlar a los guardias del recinto, lo que hizo que los custodios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) corrieran tras él y luego lo bajaran por otro sector -frente al Templo de las Mil Columnas-, para evitar conflictos con los demás presentes, quienes acudieron especialmente en la jornada del descenso de Kukulcán, que es cuando inicia la temporada de la primavera en aquel hemisferio, y donde se vive una experiencia «sobrenatural» que, tal como indica la historia maya, muestra a la serpiente emplumada bajando para fertilizar la tierra con la llegada de las lluvias.
“Se escapó de nuestras manos, a pesar de que estamos vigilando en la zona Oeste del Castillo, pasó corriendo, se ve que tiene buena condición física”, explicó personal de seguridad.
Cabe señalar que desde 2008, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) prohibió que los visitantes subieran a la zona arqueológica.
La multitud le gritó al joven una serie de improperios, debido a que está prohibido subir e incluso, algunos pidieron pena de cárcel. Esto, además de irse en contra de los agentes de la Guardia Nacional y del INAH que lo bajaron y trasladaron a otro lado para evitar el linchamiento.
