
Este lunes 17 de junio se dieron a conocer los principales lineamientos eclesiásticos de la festividad de La Tirana 2025, en una conferencia encabezada por el obispo diocesano, monseñor Isauro Covili Linfati, el presidente de la Federación de Bailes Religiosos, Juan Pablo Maturana, y el director del Santuario de La Tirana, Eduardo Parraguez.
En este contexto, se confirmó que el lema de este año será “Peregrinos de esperanza”, una frase que, según monseñor Covili, invita a reflexionar profundamente sobre el valor de la vida en medio de un mundo marcado por la muerte y la desesperanza. “El jubileo está vinculado al gozo, a la alegría de comenzar y recomenzar la vida, especialmente en tiempos donde se discuten proyectos que no apuntan a la vida, como el aborto o la eutanasia”, declaró.
Por su parte, Eduardo Parraguez anunció que la festividad vivirá un cambio significativo en su estructura tradicional. El día 17 de julio, la misa será a las 9:00 de la mañana, seguida inmediatamente por la procesión y, al finalizar, se realizará la subida de la imagen al camerín. “Hasta ahora estábamos acostumbrados a tener la procesión primero, luego la misa y después la subida. Este año lo haremos en otro orden, es lo mismo pero distinto”, explicó.
En este marco, se ratificó también que el recorrido de la procesión del 16 de julio será el mismo del año anterior, debido a reparaciones pendientes en algunas calles del poblado. La clausura oficial de la festividad será el domingo 20 de julio, a las 6:00 de la mañana, con el cierre del santuario.
Además, Juan Pablo Maturana valoró la coordinación con el Ministerio de Salud para reforzar la vacunación contra la influenza entre los integrantes de los bailes religiosos. “Desde abril hemos trabajado para que las vacunas estén disponibles en cada región, especialmente para quienes deben recibir su segunda dosis de refuerzo”, afirmó. La medida busca proteger a los promeseros y asistentes durante la mayor celebración religiosa del norte de Chile.
Finalmente, Parraguez invitó a todos los peregrinos, músicos y bailarines a vivir esta fiesta como un verdadero tesoro espiritual. “En un mundo donde hay guerra y desazón, este encuentro es una oportunidad para la unidad y la esperanza”, señaló.

