El Gobierno Regional de Tarapacá abrió la licitación para completar la pavimentación de la Ruta A‑514, que une Alto Hospicio con la histórica caleta de Pisagua. La obra, con una inversión superior a $11 mil millones del FNDR, contempla pavimentación total, señalización y defensas de seguridad, con un plazo de ejecución estimado en 24 meses, fortaleciendo la conectividad, el turismo y la economía local.
La Ruta 514, esa carretera costera que une la moderna ciudad de Alto Hospicio con la histórica caleta de Pizagua —cuna de historias del salitre, viento y memoria del Pacífico— está a punto de vivir una de sus mayores transformaciones desde su creación. Hoy es un camino que late entre tramos de asfalto intermitente y ripio incansable; mañana, podría convertirse en la vía que reactive el turismo, aliente la economía local y conecte territorios como nunca antes.
Una licitación esperada: el inicio de la transformación
Hace semanas, las autoridades regionales y el Ministerio de Obras Públicas (MOP) encendieron la chispa de una inversión histórica: más de $11 mil millones para completar la pavimentación de la Ruta A‑514, proyecto que entró en proceso de licitación durante noviembre.
La obra está siendo impulsada desde el Gobierno Regional de Tarapacá, con financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), en conjunto con el MOP y el Consejo Regional, marcando un hito para la conectividad del extremo norte chileno.
Actualmente, la carretera tiene aproximadamente 42 kilómetros asfaltados desde Alto Caleta Buena, mientras que los otros 44,6 kilómetros que siguen hacia Pisagua están en material granular, levantando nubes de polvo con cada vehículo que se aventura en su trazado.
Qué implicará la obra: más que solo asfalto
El proyecto contempla pavimentación completa de los tramos que aún no lo están, además del reacondicionamiento de la calzada bidireccional, utilizando una técnica llamada cape seal con polímeros (una aplicación avanzada de asfalto que ofrece mayor durabilidad y seguridad vial), junto a la renovación integral de señalización y defensas de seguridad.
Según las autoridades, la adjudicación de la licitación permitirá que los trabajos tengan una duración estimada de 24 meses, desde el inicio de las obras hasta su finalización, dependiendo de la empresa contratista que resulte adjudicada en el proceso
Con esta obra, se busca reducir a la mitad los tiempos de traslado entre Alto Hospicio/Iquique y Pisagua, fortaleciendo la conectividad regional, mejorando la seguridad vial para quienes circulan por esta ruta costera y potenciando el turismo histórico y natural del litoral tarapaqueño.
Turismo, empleo y desarrollo: el paisaje detrás del proyecto
No se trata solo de asfalto —dicen los responsables— se trata de abrir puertas al desarrollo. El gobernador regional, José Miguel Carvajal, ha destacado que esta inversión no solo permitirá trayectos más rápidos, sino que también activará empleo local, dinamizará el comercio y ampliará oportunidades para las pequeñas comunidades costeras que han esperado décadas por esta mejora.
“Estamos hablando de una ruta estratégica. No solo une comunas; une realidades”, ha señalado el seremi del MOP al hablar del impacto que se espera en calidad de vida y oportunidades futuras.
La ruta del pasado y del futuro
La Ruta A‑514 no es un camino cualquiera. Es un testigo silente del polvo del salitre, de ancianos que recuerdan trenes y carros que cruzaban la costa, de pescadores que una vez hicieron de Pisagua su hogar. Hoy, este camino que ha sido sinónimo de aislamiento está a punto de resucitar en un sendero seguro, moderno y vital para el desarrollo de todo Tarapacá.
En el cruce del desierto con el mar, donde las huellas de la historia se mezclan con el horizonte infinito, la Ruta 514 despierta. Y con ella, la esperanza de un Norte más conectado, próspero y lleno de movimiento.
