La Contraloría General de la República (CGR) detectó múltiples irregularidades en el proceso de recepción, custodia y destrucción de drogas incautadas en al menos 15 servicios de salud del país. El informe reveló inconsistencias en los registros, demoras en los plazos y deficiencias en las condiciones de seguridad de las bodegas.
Según informó el organismo fiscalizador, en varios recintos se encontraron diferencias entre el peso registrado en las actas de decomiso y el verificado en terreno, lo que afecta la trazabilidad de las sustancias, especialmente en decomisos de cannabis.
En ese sentido, el informe detalla que “se constataron diferencias en el pesaje entre los servicios de salud y las instituciones policiales, lo que evidencia una pérdida de trazabilidad en los procedimientos”.
Ante lo cual la CGR también advirtió que existen errores en el sistema de registro de decomisos, donde detectaron al menos siete casos con fallas de transcripción y falta de respaldo documental. Además, se observó incumplimiento en los plazos para informar al Ministerio Público los resultados de los análisis de laboratorio, con retrasos que en algunos casos superaron los 350 días.
Por otra parte, el documento enfatiza que “estas demoras vulneran los estándares de coordinación interinstitucional y comprometen la eficacia de los procesos judiciales”.
Otro punto crítico fue la falta de zonas seguras y exclusivas para el almacenamiento de sustancias líquidas y residuos tóxicos, las que pueden provocar combustión o explosiones si son mal manipuladas, donde el informe detalla que “no existen condiciones adecuadas de seguridad ni protocolos de manejo de materiales peligrosos en varias de las bodegas inspeccionadas”.
Finalmente la Contraloría instruyó a los servicios de salud fiscalizados a corregir las deficiencias detectadas y reforzar los mecanismos de control interno para garantizar el cumplimiento de la Ley 20.000 sobre tráfico de drogas.
