- Según información oficial del Poder Judicial, para el próximo 14 de julio a las 12:40 horas quedó fijada la lectura de sentencia. Esta decisión se adoptó tras varios meses de juicio oral, en los que se estableció la participación de cada uno de los acusados.
En este contexto, el Ministerio Público logró acreditar que la organización mantenía un completo control territorial en la frontera norte, lo que generó consecuencias a nivel nacional. Este viernes, la Fiscalía de Tarapacá obtuvo un veredicto condenatorio unánime contra todos los integrantes de esta asociación ilícita.
Se trata de un hecho sin precedentes, ya que por primera vez una sentencia judicial en Chile reconoce formalmente la existencia en el país de esta célula criminal internacional, conocida por su brutalidad. En total, son 39 los delitos por los que el tribunal dictó condena.
En este marco, tras los alegatos de apertura de la Fiscalía, los querellantes y las defensas, el Tribunal Oral en lo Penal de Iquique concluyó que los acusados actuaron como una asociación criminal estructurada, jerárquica y con financiamiento mediante el cobro de “vacunas”.
A partir de la prueba presentada, el tribunal determinó que “esta organización cumple con todas las exigencias del tipo penal de asociación ilícita contemplado en los artículos 292, 293 y 294 del Código Penal vigente a la época de los hechos; ya que estaba compuesta por más de dos personas, tenía jerarquía con distribución de funciones, operó por al menos un año y estaba destinada a la comisión de delitos de distinta naturaleza”.
En particular, se acreditó que Carlos González Vaca, alias “Estrella”, ejercía el rol de líder de la organización. Él fue acusado por un total de 39 delitos vinculados al crimen organizado, entre ellos secuestro con homicidio, secuestros calificados, tráfico de migrantes, trata de personas con fines de explotación sexual, amenazas y robo con intimidación.
Por otra parte, los acusados Harol Rangel Villa, alias “Harol Petare”, y Hernán David Landaeta Garlotti, alias “Satanás” —identificado como el principal sicario del grupo— participaron como autores en varios de estos crímenes.
En la misma línea, se acreditó que Karialex Clara González Marrero, alias “La Kari”, y Luisa Carolina Moreno Rodríguez, alias “La Tía”, eran los principales brazos operativos del delito de trata de personas con fines de explotación sexual. Ambas mujeres captaban a las víctimas y administraban el dinero generado, el cual era posteriormente enviado al líder de la organización.
Asimismo, Juan Carlos Blanco Berroterán, alias “Juan Carlos”; Joel Henríquez Castillo, alias “Joel”; y Jhoblimer Vásquez Santana, alias “Titi”, estaban encargados del control territorial relacionado con el tráfico de migrantes en terminales formales e informales de la región.
Por último, se estableció que los imputados Zeus Andrés Lenyers Velásquez Aquino, alias “Zeus”; Juan José Trejo Varguilla, alias “Águila”; y Daniel Elías Azuaje, alias “Gato”, participaron en otras actividades criminales que la organización explotaba como nichos de negocio, tales como el tráfico de migrantes y los secuestros.
