El papa Francisco sorprendió este jueves a un grupo de fieles al aparecer sin previo aviso en la Basílica de San Pedro, en medio de su recuperación por una infección respiratoria. La visita ocurrió cerca de las 13:00 horas locales (08:00 en Chile) y fue registrada por algunos presentes.
Vestido de forma sencilla, cubierto con una manta y usando cánulas nasales para oxígeno, la autoridad eclesiástica llegó en silla de ruedas, acompañado por su asistente sanitario, Massimiliano Strappetti. Según Vatican News, el objetivo fue rezar ante la tumba de San Pío X y observar los trabajos de restauración en la zona de la cátedra.
Su presencia provocó gran emoción entre los visitantes y peregrinos, quienes rápidamente se acercaron para saludarlo. “Demasiada emoción, ni siquiera pude tomar una foto”, comentó entre lágrimas monseñor Valerio Di Palma, uno de los testigos del momento.
Aunque no pronunció palabras, Francisco se comunicó con gestos de afecto y bendiciones. Su visita, breve pero significativa, fue interpretada como una señal de cercanía y esperanza en medio de su convalecencia.
