La comuna de Huara atraviesa una grave crisis de seguridad, luego de que una serie de asaltos con el mismo modus operandi se replicaran en los pueblos del interior, afectando principalmente a adultos mayores. La situación, denunciada durante el último Concejo Municipal realizado en Tarapacá, ha generado una profunda alarma, con residentes que aseguran dormir con miedo y sentirse abandonados por las autoridades.
Los hechos más recientes se registraron este domingo en dos localidades. En Limaxiña, un adulto mayor identificado como Constancio Trujillo y su inmueble sufrieron un robo planificado. El mismo día, un ataque similar afectó a una persona mayor en Tarapacá. Los delincuentes ingresan a las viviendas, las violentaron y roban las pertenencias de los residentes más vulnerables.
TESTIMONIOS DE MIEDO Y ABANDONO
Los vecinos de Tarapacá y Limaxiña expresaron su frustración directamente a las autoridades. Una residente, identificada como Isabel, relató su experiencia cuidando a una de las víctimas: “El hombre asustó y los niños salieron corriendo como locos, los hijos de esta persona… forcejeó la puerta. Entró y los niños corrían como locos ellos porque son chiquititos, no saben, no lo conocen”.
La misma vecina alertó sobre la presencia de personas extrañas en el pueblo: “Llega tanta gente extraña… yo una noche ahí en la multicancha había tres hombres raros y no eran chilenos, yo les digo eso, andaban con mochilas. Entonces, esa gente viene con malas intenciones, que pueden entrar en cualquier hogar, pueden matar para robar”. Otros testimonios confirmaron la desesperación, señalando que la delincuencia se ha apoderado de las localidades, donde algunos pobladores incluso han sufrido la pérdida de sus perros guardianes.
CRÍTICAS A LA DESPROTECCIÓN OFICIAL
La situación es más compleja debido a la lejanía: Carabineros de Huara se demora al menos una hora y media en llegar a los pueblos. La alcaldía y los vecinos exigieron la instalación de cámaras de seguridad que funcionen las 24 horas, aunque la falta de luz eléctrica y señal telefónica en Alto Tarapacá y Achacagua sigue siendo un impedimento. Un vecino increpó a las autoridades: «Aquí lo más primordial es cámara… o van a esperar que nos maten, recién vamos a estar levantando, vamos a poner la cámara».
El alcalde de Huara también expresó su preocupación por el abandono y la falta de apoyo en la frontera. Relató que un punto de disuasión que había instalado el Ejército en el sector del Alto Sibaya fue «bajado» a la cercanía de Huara, dejando el trayecto entre Colchane y Huara totalmente desprotegido.
La delincuencia que azotaba a Colchane, incluso vinculada a una organización criminal boliviana asentada en esa comuna, ha «bajado» con el mismo modus operandi a los pueblos de Huara, lo que confirma el riesgo de la frontera y la urgencia de fortalecerla, como ya lo había exigido la Fiscal General en días previos.
