
Con una ceremonia cargada de simbolismo y recogimiento, se celebró la Eucaristía de bienvenida para los nuevos bailarines religiosos que participarán por primera vez en las festividades de La Tirana y San Lorenzo de Tarapacá, dos de las expresiones de fe más significativas del norte de Chile. La misa fue presidida por el padre Eduardo Parraguez Fernández, acompañado por el padre Franklin Luza y los diáconos Milton Jorquera y Hugo Iriarte.
Durante su homilía, el padre Eduardo invitó a los presentes a vivir esta experiencia con una entrega profunda: “El baile religioso es mi ofrenda al Señor, a la Virgen y a san Lorenzo. Es mi sacrificio que le entrego con el corazón. Esta danza se convierte en un baile sagrado, porque está consagrada a Dios”, señaló, dirigiéndose especialmente a quienes inician este camino de fe a través de la danza.
El llamado también fue a cuidar la intención y el sentido del compromiso asumido: “Los llamo a preguntarse cuál fue la motivación para ingresar a los bailes religiosos, y que esa motivación nunca se apague”. En ese espíritu, recalcó el valor simbólico del traje como signo visible de esa entrega: “Cuida tu traje, porque es tu instrumento para hacer tu ofrenda a Dios… plánchalo, lávalo con amor, porque esto es para Dios”, expresó.
La ceremonia concluyó con un emotivo rito de envío, en el que los nuevos integrantes fueron asperjados con agua bendita, marcando así el inicio formal de su participación en esta manifestación de fe viva y comunitaria, donde la danza y el canto se vuelven oración en cada paso ofrecido al cielo.