
El futuro de la comisaría en Colchane vuelve a estar rodeado de incertidumbre. En declaraciones recientes a Vilas Radio, el exjefe de zona y actual nombrado director del Centro Integrado de Coordinación Policial (CICPOL), Juan Francisco González Albornoz, señaló que el proyecto “está en desarrollo de su implementación” y que se espera avance “lo antes posible”. Sus palabras dejaron entrever que el inicio de las obras todavía no tiene una fecha clara, pese a la urgencia que plantea la comunidad.
Los dichos de González contrastan con lo afirmado el pasado 2 de junio por la exdelegada presidencial regional de Tarapacá, Ivonne Donoso, quien aseguró que tras resolver problemas administrativos y de licitación, la obra se adjudicaría y comenzaría en ese mismo mes de junio.
Según explicó en esa ocasión, el proceso no se realizó por licitación pública tradicional debido al carácter sensible de la infraestructura, optándose por una invitación a empresas con experiencia en proyectos de seguridad.
En ese momento, la noticia fue recibida con entusiasmo por los vecinos, que consideraban la futura comisaría un paso decisivo para enfrentar la presión migratoria y los desafíos de seguridad en la frontera. Sin embargo, a casi cuatro meses de aquel anuncio, las obras aún no se inician, generando frustración en la comunidad.
CONTRALORIA GENEREAL DE LA REPÚBLICA
La CGR, en su dictamen N° E92080, estableció que la Subsecretaría del Interior y la DIPRES pueden financiar la construcción de la comisaría modular en Colchane con fondos de emergencia si se demuestra que los recursos regulares de Carabineros son insuficientes, debiendo justificarse en un acto administrativo el carácter de emergencia de la obra.
Además, autorizó realizar la contratación fuera del sistema de compras públicas por tratarse de infraestructura de carácter reservado, resguardando la seguridad de la información.
La medida busca elevar el rango de la actual subcomisaría, aumentar la dotación policial y mejorar la infraestructura fronteriza, respondiendo a las demandas de seguridad de la comunidad. Sin embargo, a casi cuatro meses de los anuncios iniciales, los vecinos aún no ven avances concretos, manteniéndose la sensación de que la comisaría sigue siendo solo una promesa frente a la presión migratoria y de seguridad en la zona.
La falta de avances concretos preocupa tanto a los habitantes como a las autoridades locales, que ven en esta infraestructura una oportunidad para reforzar la dotación policial, mejorar las condiciones de trabajo de Carabineros y garantizar mayor seguridad a la población.
Mientras las promesas se acumulan, la sensación en Colchane es que la comisaría sigue siendo un proyecto pendiente. Los vecinos insisten en que el tema de la seguridad no puede seguir postergándose y que las autoridades deben cumplir con lo comprometido.