Después de las declaraciones emitidas en la jornada de ayer por el diputado venezolano y líder del chavismo, Diosdado Cabello, donde calificó de “bobo”, “cachorrito” o “gafo” al mandatario chileno por criticar la situación de Venezuela en su discurso ante la ONU, la ministra de RR.EE., Antonia Urrejola, se refirió a esta situación el cual generó más una roncha en el oficialismo.
Cabe recordar, que el “ataque” verbal se produjo luego que Boric hiciera su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, posterior a ello, el parlamentario venezolano de izquierda cuestionó al gobernante por «ir a una instancia de esas por primera vez y en vez de hablar de lo que quiere hacer por su país, habla de los gobiernos y de los pueblos vecinos».
«Él va para allá y habla de Venezuela porque quiere quedar bien con los gringos. Bien ridículo es que queda, muy ridículo queda», comentó, junto con advertir que «si creen que vamos a capitular porque un bobo como Boric salió a hablar pendejadas de Venezuela, están equivocados».
«Un gafo, saliendo a hablar mal de Venezuela, teniendo tantos problemas, una deuda histórica con las poblaciones mapuches, y él lo que hace es salir a perseguirlos», dijo.
Ante ello, la jefa de la diplomacia nacional señaló que «no voy a comentar las declaraciones de Diosdado Cabello, simplemente quiero señalar que cuando el Presidente habla de la crisis migratoria venezolana es en base a los distinto estudios y la información que tienen los organismos de Naciones Unidas sobre esta materia».
En ese contexto, tras ser consultada sobre si cree que esa es la forma de referirse a un Presidemte, Urrejola comentó que «creo que no es el mejor tono». La ministra trató el tema tras participar en la conferencia que el Mandatario otorgó ante el World Leaders Forum de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Cabe recordar que en su alocución, Boric señaló la necesidad de abordar «la crisis humanitaria en Venezuela producto de ya su prolongada crisis política, ha generado un flujo migratorio que es inédito en nuestra región y en nuestro país, poniendo una presión tremenda sobre nuestras instituciones y nuestra sociedad».
