
El tamaño del aparato estatal chileno sigue en expansión. Según el más reciente Informe de Recursos Humanos del Sector Público, elaborado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), el número de funcionarios en el Gobierno Central alcanzó en junio de 2025 la cifra récord de 523.195 cargos efectivos.
Esto significa 33.728 puestos más que en el mismo mes del año pasado, un salto equivalente a un 6,9% de aumento en apenas doce meses.
El crecimiento no es un fenómeno aislado. Forma parte de una tendencia que se ha repetido en distintas administraciones, pero con matices: en lo que va del gobierno de Gabriel Boric, la dotación del sector centralizado ya ha crecido en 18,5%, mientras que bajo el segundo mandato de Michelle Bachelet el aumento fue de 22%, y en la segunda administración de Sebastián Piñera alcanzó un 34,4%.
¿Dónde se multiplican los cargos?
Las cifras entregadas por Dipres no incluyen a municipios, personal uniformado de Fuerzas Armadas y de Orden, empresas públicas ni universidades estatales. Es decir, se trata únicamente de ministerios, servicios públicos, Congreso (excepto parlamentarios), Poder Judicial, Contraloría y Ministerio Público.
El detalle muestra que dos áreas concentran prácticamente todo el aumento:
- Servicios Locales de Educación Pública (SLEP): registraron un explosivo incremento de 84,8% en un año, con 38.914 nuevos cargos. La razón: la puesta en marcha de nuevos servicios y el traspaso de personal desde la administración municipal hacia el sistema centralizado.
- Servicios de Salud (Sersal): crecieron un 1,5%, sumando contrataciones para reforzar hospitales y nuevos centros sanitarios, alcanzando los 229.513 cargos a junio.
Ambos sectores fueron responsables de más del 125% del aumento total, lo que significa que en el resto de las instituciones hubo una disminución de alrededor de 8.602 plazas, equivalente a un 4% menos.
¿Dónde se recorta y se suma?
La contracara del alza estuvo marcada por la reducción de personal en organismos como el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que terminó con los refuerzos contratados para el último Censo. También se registró una baja en el Ministerio del Interior, tras la creación del Ministerio de Seguridad Pública, que absorbió funciones y redistribuyó personal.
Sin embargo, la seguridad no se achicó: solo en el último trimestre se agregaron 485 cargos en la nueva cartera de Seguridad Pública, distribuidos entre la Subsecretaría de Seguridad Pública (308), Carabineros (166) y la PDI.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos también vio un aumento, principalmente por mayores dotaciones en Gendarmería y el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil. A su vez, el Ministerio de Educación sumó personal para reforzar la Junji.
Una máquina que no deja de crecer
Los números muestran que el aparato estatal se expande aun en períodos de recortes selectivos. Cada gobierno, con mayor o menor énfasis, ha dejado su huella en la curva ascendente de trabajadores públicos.
Mientras la Dipres insiste en que los aumentos responden a necesidades específicas —la implementación de los SLEP, la modernización del sistema de salud y la seguridad pública—, el debate de fondo sigue abierto: ¿hasta dónde debe crecer el Estado?
Entre eficiencia y sobrecarga
Para los críticos, el aumento constante de funcionarios implica un gasto fiscal difícil de sostener a largo plazo. Para sus defensores, en cambio, la expansión responde a la necesidad de fortalecer servicios sociales como educación y salud, en un contexto donde la ciudadanía exige mayor cobertura y calidad.
Lo cierto es que el Estado chileno se ensancha año a año, con cifras que lo confirman: más de medio millón de personas trabajan hoy en el Gobierno Central, una máquina burocrática que no se detiene y que seguirá marcando la discusión política y económica de los próximos meses.
Revisa el informe completo aquí: