
- Trinidad Steinert, fiscal regional de Tarapacá, fue quien identificó a Larry Álvarez, alias Changa, como el fundador en Chile del brazo más violento del Tren de Aragua. Según la persecutora, el delincuente aprovechó los pasos no habilitados entre Colchane y Pisiga Bolívar para instalar su organización y extender sus operaciones criminales.
Álvarez ingresó al país como turista en enero de 2018, pese a su historial de homicidios y extorsiones. “No había orden de detención ni alerta roja de Interpol sobre él”, explicó Steinert, quien ha encabezado las investigaciones contra esta red criminal. Poco después de su llegada, difundió un mensaje por WhatsApp donde advertía que el Tren controlaba la frontera y que ninguna otra banda podía operar allí.
En el sector de Pisiga Bolívar, el grupo tomó el control de un hotel de paso, desde donde cobraban a los migrantes por cruzar ilegalmente. Además, comenzaba a operar la red de explotación sexual que trasladaba mujeres a Santiago. “Changa” también coordinaba el ingreso de drogas desde Bolivia y su distribución en la capital, usando a migrantes bajo amenaza.
- La fiscalía determinó, mediante peritajes a celulares, que mantenía contacto con otros líderes delictuales, como el Estrella y Satanás. Aunque no se reunían físicamente, coordinaban acciones a través de mensajería. En paralelo, aumentaban en Santiago los secuestros y extorsiones a ciudadanos venezolanos.
En 2021, la detención de tres personas con ketamina en el norte permitió confirmar la existencia del Tren de Aragua en Chile. Fue la primera vez que se identificó formalmente a la banda, a partir de los testimonios de las víctimas, quienes aseguraron actuar bajo amenaza de los venezolanos.
Álvarez salió del país por un paso no habilitado en 2022 y fue detenido en Colombia con alerta roja de Interpol. Allí confesó ser líder de la banda y haber ordenado homicidios, secuestros y tráfico de drogas. Según la PDI, tras su partida la organización se fragmentó en células independientes, lo que dificultó aún más su persecución.