La Cámara de Diputados avanzó en la reforma electoral al aprobar el veto presidencial con 138 votos a favor y solo dos en contra, permitiendo que las elecciones municipales y de gobernadores de octubre se realicen en dos días. Este cambio facilitaría la participación ciudadana, y entre las observaciones del Gobierno se incluye la regulación de la propaganda electoral en redes sociales y la restitución del feriado irrenunciable el día domingo.
El diputado del Partido Comunista (PC), Luis Cuello, remarcó la importancia de estas modificaciones. “Agradezco la disposición del Gobierno para restablecer el feriado dominical”, afirmó Cuello. Sin embargo, también criticó la postura de la oposición, señalando: “A mi juicio, la oposición ha sido profundamente incoherente en esto, puesto que por un lado, pretende expulsar a todos los migrantes y por otra parte, quería obligarlos a votar”. Además, propuso que “el voto sea obligatorio para los nacionales y voluntario para los extranjeros”, aludiendo a la necesidad de coherencia en la legislación.
Desde la oposición, el diputado de Renovación Nacional (RN), Andrés Longton, no se quedó atrás y acusó al Gobierno de tener objetivos “mezquinos”. “Esta tramitación estuvo llena de trampitas, de principio a fin, que tenían un solo objetivo: vulnerar la Constitución para lograr un fin electoral”, afirmó Longton.
Por su parte, el diputado de Evópoli, Francisco Undurraga, expresó que se dejó a los parlamentarios entre “la espada y la pared”, reconociendo que aunque se recupera parte de la obligatoriedad, “la multa propuesta es insuficiente”. Ahora, el proyecto se enviará al Senado para su revisión por el Tribunal Constitucional antes de su promulgación y publicación.
