Con un 94% de avance en sus obras, la playa La Lisera de Arica culmina un ambicioso proceso de mejoramiento que incorpora infraestructura inclusiva, mayor seguridad y espacios renovados, justo a tiempo para recibir a residentes y turistas durante la temporada estival 2026.
El sol todavía no alcanza su punto más alto y ya hay huellas frescas sobre la arena. Son pasos nuevos, distintos, de quienes vuelven a mirar La Lisera con otros ojos. El balneario más querido de Arica —ese anfiteatro natural abrazado por cerros y aguas mansas— dejó atrás años de desgaste y abandono para reaparecer, renovado y funcional, justo cuando el verano comienza a latir con fuerza en el extremo norte del país.
Con un 94% de avance en sus obras, La Lisera se presenta hoy como una playa transformada: más amable, más segura y, por primera vez, pensada para todos. El cambio no es cosmético. Es estructural, visible y, sobre todo, significativo para una ciudad que reconoce en este rincón costero parte de su identidad.
La intervención, ejecutada por la Corporación Municipal Costa Chinchorro, no solo moderniza el balneario, sino que redefine la experiencia de quienes lo visitan. Donde antes había maderas carcomidas y fierros oxidados, hoy hay senderos firmes, sombra, descanso y accesibilidad real.
Uno de los hitos más relevantes es la instalación de 25 quitasoles, cuatro de ellos diseñados bajo criterios de inclusión, ubicados estratégicamente junto a pasarelas de madera que permiten el ingreso de personas en silla de ruedas hasta la arena. No es un gesto simbólico: es una invitación concreta a disfrutar del mar sin barreras.
El nuevo rostro de La Lisera también se percibe en los detalles. Doce bicicleteros distribuidos entre la zona de calistenia y el centro de la playa fomentan el acceso sustentable. En el sector sur, cinco hamacas invitan al descanso y un colorido punto selfie se ha convertido en imán para visitantes y redes sociales. A esto se suma la reparación integral de pisos y barandas en los miradores, devolviéndoles seguridad y valor paisajístico.
El sector de calistenia, uno de los más concurridos por jóvenes y deportistas, fue restaurado desde sus cimientos: muros recuperados, pintura fresca y una nueva escalera mejoran la circulación y el uso del espacio. Paralelamente, se reemplazaron baldosas dañadas del paseo peatonal y se inició el recambio de antiguas barandas de madera que ya habían cumplido su ciclo.
En tiempo récord, bancos y mesas de hormigón también fueron restaurados, dando forma a un entorno que vuelve a invitar a quedarse. Todo el proceso se realizó con mano de obra local y materiales de la zona, un detalle que no pasa inadvertido en una ciudad que valora el trabajo propio y el arraigo territorial.
“Esta intervención transforma a La Lisera en una playa más segura e inclusiva”, señaló el alcalde de Arica, Orlando Vargas, destacando que las estructuras deterioradas representaban un riesgo permanente. “Hoy el cambio es evidente, no solo en lo estético, sino en la calidad del espacio público”, afirmó.
Desde el Concejo Municipal, el énfasis estuvo puesto en la accesibilidad y en el cumplimiento de los compromisos adquiridos. “Hoy podemos decir que esta playa está pensada para todas las personas”, destacaron autoridades comunales, subrayando la importancia de llegar a tiempo para que la comunidad y los turistas disfruten plenamente de la temporada estival.
Para Costa Chinchorro, el desafío fue mayor: reactivar un balneario que llevaba más de dos décadas sin inversiones significativas. “La Lisera es patrimonio vivo de Arica. Recuperarla era una deuda pendiente”, afirmó su director ejecutivo, Juan José Araya, convencido de que el balneario vuelve a posicionarse como uno de los más atractivos de la macrozona norte.
Así, entre senderos nuevos, sombra generosa y un entorno revitalizado, La Lisera se prepara para recibir a residentes y visitantes. No como una postal del pasado, sino como una playa del presente: inclusiva, cuidada y lista para volver a ser escenario de veranos interminables, risas saladas y atardeceres que siguen haciendo historia en Arica.
