Al hacinamiento que presentan los hogares del Estado se suma otra problemática más. Ahora se investigan el paradero de $2 mil millones, plata destinada a cubrir necesidades básicas de infancias vulneradas que está siendo revisada «peso a peso» por el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia (Mejor Niñez), luego de que un “descuido de los mecanismos de control y rendición de cuentas”, según dice la directora (s) Victoria Becerra, permitiera que una funcionaria realizara compras para su beneficio personal.
¿CÓMO?
Para evitar el sistema burocrático de las comprar públicas y cumplir con mayor premura las necesidades básicas de los niños, niñas y adolescentes que están bajo protección del Estado, Mejor Niñez resolvió destinar $4.500 millones a la comprar de “gift cards” canjeables en tiendas de retail. Sin embargo, una funcionaria vio que con las tarjetas podría hacer compras personales.
UN ACCIDENTE
Nada se sabría de esta malversación de fondos destinados a las infancias y adolescencias vulneradas del país, sino no fuera por un vendedor de Ripley que alertó a la división regional de Arica de Mejor Niñez.
De acuerdo con la información del ministerio Público, en diciembre de 2023 Camila Kalise Vásquez realizaba labores de reemplazo de una terapeuta ocupacional. A ella se le encargó la responsabilidad de comprar regalos de navidad para jóvenes de la residencia familiar femenina “Luis Beretta Porcel”.
Así, al realizar estas comprar mediante “gift cards” en la tienda Ripley de Arica, un vendedor alertó a Kalise Vásquez sobre la presencia frecuente de una mujer que, utilizando las mismas tarjetas de regalo, adquiría ropa, especialmente deportiva, de adolescentes y, al día siguiente, regresa a cambiar los productos por artículos de uso personal. “No para jóvenes” beneficiarios del programa, según dice la denuncia.
Tal la situación, la funcionaria de reemplazo realizó la denuncia con el propósito de esclarecer los hechos y determinar si constituyen o no delito y se inició una auditoria interna a nivel nacional, la apertura de sumarios y presentación de antecedentes a Fiscalía.
Pero eso no es todo, pues la auditoria ya ha revelado otras malversaciones relacionadas a las “gift cards”, problemáticas que se agregan a la difícil etapa de transición que enfrenta Mejor Niñez, servicio que ha sido cuestionado por su hacinamiento, casos de abuso sexual y proyectos con irregularidades detectadas por Contraloría.
