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«HAROLD» Y «EVA» SON LOS DOS CANES DETECTORES DE TARAPACÁ QUE APOYAN LA LABOR DE ANTINARCÓTICOS DE LA PDI

La Brigada de Adiestramiento Canino de Tarapacá (BRIACAN) se ha convertido desde sus inicios, desde 1992 en Iquique, en uno de los pilares fundamentales de las cuatro áreas estratégicas del servicio policial de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI): investigación criminal, prevención estratégica, control migratorio y seguridad internacional y ciudadana. En Chile existen alrededor de 23 brigadas caninas a lo largo del país.

En Vilas Radio 100.1 FM entrevistamos a Rodrigo León y Mauricio Pinto, asistentes policiales de guías caninos para conversar sobre la gestión que realizan, que es un real aporte al trabajo investigativo de la PDI, donde los canes participan activamente en operativos antinarcóticos que han permitido incautar toneladas de drogas, no solo en la región de Tarapacá, sino también prestando colaboración con las brigadas caninas de otras ciudades de Chile.

Belén Pavez, conductora del Matinal «Todos Juntos» de Vilas Radio 100.1 FM / Rodrigo León y Mauricio Pinto, asistentes policiales de guías caninos detectores de Tarapacá

Con una constante preocupación por su perfeccionamiento y mejor desempeño, es que la unidad BRIACAN de Tarapacá cuenta con transporte propio y sala de acondicionamiento físico para los canes, con la finalidad de que los ejemplares tengan un mayor bienestar y que los guías logren obtener lo mejor de ellos en cuanto a su rendimiento.

“Nuestra misión fundamental es apoyar desde Arica a Punta Arenas con nuestros ejemplares caninos, ya sea en la detección de drogas, cadáveres, contención emocional y búsqueda de explosivos, como especialidades de la BRIACAM”, señaló Rodrigo León a Vilas Radio 100.1 FM.

«Harol», can detector de Tarapacá, quien aún es un cachorro
«Eva», can detector de Tarapacá, la que cumplirá 4 años en noviembre

“Para estar en la brigada canina uno tiene que querer mucho a los animales, tener dedicación y querer a nuestros canes como son, eso es lo principal para ser instructor. Por nuestro lado, nosotros también tenemos un proceso de inducción para poder tener un ejemplar a cargo. Es importante tener claro, que cuando nos entregan un can, nosotros estamos a su cargo hasta los 9 o 10 años de vida operativa del ejemplar, donde cada uno de nosotros queda a cargo de uno de ellos”, explicó Rodrigo sobre sus motivaciones para realizar su importante labor de adistrador.

Desde el punto de vida social, también hay un acercamiento a la comunidad, participando activamente en actividades que promueven la tenencia responsable de mascotas de compañía, para generar conciencia para quienes son sueños de mascotas.

En este momento existen dos ejemplares detectores en Tarapacá; Eva que tiene 4 años y es el perro a cargo del adiestrador Mauricio, que va a estar de cumpleaños ahora en noviembre; y Harold, que es más cachorro y que lo tiene a su cargo Rodrigo, el que llegó hace 3 meses y es el “niño nuevo” del curso, en este proceso de adiestramiento.

Mauricio Pinto junto a «Eva»

“Tengo que empezar a enseñarle un montón de cosas porque es muy inmaduro todavía y hay que tratarlo como un niño para que luego en su etapa adulta, pueda madurar correctamente para ser un perro de alto rendimiento. Una vez que cumpla su jornada útil, nosotros como guías somos los primeros en poder quedarnos con el can una vez que el perro jubile”, explicó Rodrigo León.

Rodrigo León junto a «Harold»

PROCESO DE ADIESTRAMIENTO

El sistema de adiestramiento denominado Sidecom (Sistema de Detección Combinado) es generado por la misma institución y tiene una duración de un año. En una primera etapa está el periodo de socialización y estímulo, en el que se trabaja con el cachorro y su entorno.

Mauricio Pinto, señaló que, “el proceso de instrucción comienza desde Santiago con nuestras propias camadas de la PDI. La unidad de adiestramiento canino cuenta con camada propia, en el cual se ocupan los mejores ejemplares hembras y machos que no sean familiares directos para hacer una camada nueva y pasan por tres grandes etapas que se dividen en fases”, indicó el adiestrador.

Luego, viene el proceso de asociación de aromas con el desarrollo de su sentido del olfato y el conocimiento de los lugares donde va a trabajar y, finalmente, la detección, en la que se aplican ejercicios de ocultamiento, basándose en situaciones reales. Una vez cumplidas estas instancias, el perro está operativo.

“Los canes comienzan su adiestramiento a los dos meses de vida y luego de un año, seleccionamos a los ejemplares para su especialización. Es una tarea muy compleja y se podría decir que su enseñanza se asimila a lo que para nosotros es la enseñanza básica, media y universitaria, donde este proceso dura un año”, señaló Rodrigo León.

Cuando hablamos de ejemplares que se dedican a la contención emocional, Rodrigo nos explicó que, “se trata de aquellos canes los cuales desarrollan su experiencia en el proceso de asociación, donde el instructor detecta, qué perro es el que tiene más cualidades hacia esa especialidad, los que más tarde servirán para apoyar emocionalmente a los pequeños menores de edad o víctimas que son violentadas sexualmente o físicamente, para que cuando el afectado llegue a su entrevista, genere estabilidad emocional hacia el entrevistado que sufre delitos violentos muy traumáticos”, explicaron los profesionales.

¿Puedo entregar a mi mascota para que sea entrenado por la PDI?

“Es una pregunta muy común de las personas, nos llaman constantemente para ofrecernos perros para que nosotros los adiestremos. Nosotros tratamos de educar a la comunidad al respecto, ya que es complejo, el procedimiento cuenta con etapas que son prenatales, entonces a través de una donación, no tenemos certeza sobre su desarrollo posterior”, explicaron indicando que no es posible entregar a una mascota para ser can detector.

Sobre el mito que indica que las mascotas se vuelven drogadictas durante esta labor ¿Esa afirmación es correcta?

Mauricio explicó que, “nosotros como profesionales utilizamos elementos “sucedáneos” para adiestrar a los ejemplares caninos, no es droga, son químicos que simulan los aromas, para que los perros desde pequeños, cuando trabajamos en la socialización, puedan conocer los aromas. Nunca utilizamos las drogas reales, sino, el perro no podría trabajar, siendo estas exigencias estándares a nivel mundial”, explicó el profesional.

Al finalizar, Rodrigo indicó que cuando pase esta pandemia intentarán realizar actividades que incluyan a la comunidad como plazas públicas y charlas para invitar a las personas a interactuar con estos importantes detectores que son de nuestra región.

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