
Académicos de la Universidad de Tarapacá en Iquique han llevado a cabo una investigación que revisa el recorrido histórico y simbólico del cachimbo, una danza tradicional que ha estado presente en la vida festiva del interior de Tarapacá desde tiempos coloniales hasta nuestros días.
La publicación, titulada “De ‘Baile y Tierra’ a Cachimbo. Memoria e imaginarios de una danza patrimonial del Norte de Chile”, fue dada a conocer en la Revista Musical Chilena y elaborada por los investigadores Jean Franco Daponte, Alberto Díaz Araya y Nicole Cortés, quienes analizaron el desarrollo histórico y simbólico del cachimbo desde el siglo XVIII. La investigación se sustenta en un enfoque etnográfico de largo aliento, con entrevistas a músicos y cultores locales, además de una exhaustiva revisión documental.
Originalmente emparentado con los antiguos “bailes de tierra” del virreinato peruano y con raíces afrohispanas, el cachimbo ha atravesado diversas fases de transformación social y cultural. Durante la posguerra del Pacífico, esta expresión fue marginada por su asociación con la cultura peruana, perdiendo visibilidad en el espacio público. No obstante, persistió en entornos privados y festividades íntimas como una danza cargada de simbolismo y memoria colectiva.


La investigación destaca cómo el cachimbo se convirtió en una pieza esencial de la identidad festiva en localidades como Pica, Matilla, Mamiña y Tarapacá, donde su práctica se mantuvo viva gracias a músicos como Carlos Zúñiga Luza y los hermanos Victoriano y Pablo Caqueo, cuyos arreglos musicales ayudaron a perpetuar esta tradición.
En las últimas dos décadas, frente a la amenaza de su pérdida o simplificación, diversas comunidades del norte han impulsado un proceso de revitalización cultural. Talleres, clubes y proyectos patrimoniales nacidos desde la sociedad civil han contribuido a devolverle al cachimbo su lugar como símbolo de resistencia y memoria viva.
El estudio concluye que más allá de su dimensión coreográfica, el cachimbo funciona como un lenguaje identitario, que articula vínculos profundos entre territorio, historia y pertenencia comunitaria. Un testimonio de cómo la cultura popular puede resistir el olvido y recuperar su lugar desde la acción colectiva.