El gobierno busca cambiar, prácticamente, por completo el sistema de pensiones que existe actualmente en el Chile. El criticado sistema de pensiones sufrirá drásticos cambios de acuerdo a la propuesta de Reforma Previsional que realizó el presidente Boric, la cual aún debe pasar por el Congreso. Entre sus principales cambios se establece el fin de las AFP, para dar paso al comienzo de un sistema mixto donde entidades públicas entrarán al negocio.
Hoy los trabajadores cotizan de forma obligatoria un 10% de su salario imponible, el que se destina a su cuenta individual según la AFP en que la que se encuentre afiliado
Cada aseguradora aplica una comisión para gestionar y administrar esos recursos, pero siempre dicho cobro se descuenta del sueldo de cada afiliado. Cabe consignar que aquella comisión se cobra solo cuando el afiliado cotiza, es decir, si no aporta dinero un mes, no paga comisión, y cada vez que entrega recursos con su 10% se le aplica el referido cobro.
El gobierno ha propuesto subir la cotización que irá a la cuenta individual desde el 10% actual, a un 10,5% del salario imponible. Esto se cambia, en parte, debido a que también cambiará el modo en que se aplica la comisión. Si antes el cobro era sobre el sueldo, y se pagaba dicha comisión solo en los meses en que una persona cotizaba, ahora el gobierno plantea que la comisión sea un porcentaje sobre el saldo total que administre cada entidad, y eso se cobrará todos los meses, haya o no ingresos de nuevos recursos.
Los afiliados “serán los dueños de sus ahorros y podrán decidir libremente entre los gestores de inversores privados o el inversor público”, explicó el mandatario en cadena nacional.
El gobierno con esta reforma también agregaría una cotización de cargo del empleador, equivalente a 6 puntos porcentuales, la que se destinará a un fondo común con una lógica de seguro social.
Asimismo, el gobierno buscará subir el tope imponible, igualándolo al que se usa para el seguro de cesantía; es decir, desde las actuales UF81,6 ($2.792.000) a UF122,6 ($4.195.000), esto es, un alza de 50%.
De acuerdo al anuncio la Reforma Previsional pretende bajar las comisiones, reorganizando el sistema, intentando generar más competencia. Y si bien se terminan las AFP, tal como se conocen hasta ahora, habrá un rol para la participación privada como inversores, al mismo tiempo se agrega una alternativa pública con la cual deberán competir.
“Existirán nuevos gestores de inversión privados con el objeto exclusivo de invertir fondos previsionales y, además, existirá una alternativa pública, lo que permitirá promover la competencia con la entrada de nuevos actores”, sostuvo el presidente.
Ésta separaría el servicio de atención para los afiliados, la recaudación, cartolas, las cobranzas y el pago, las que estarán a cargo de un Administrador de Pensiones Autónomo (APA), un ente de carácter público, que vendrá a reemplazar al Instituto de Previsión Social (IPS).
Otra de las entidades públicas que propone la reforma es el Inversor de Pensiones Público y Autónomo (IPPA), el que realizaría la misma labor que hacen las AFP, es decir, realizar inversiones que permitan aumentar la rentabilidad de los ahorros previsionales.
Por último, contempla un nuevo Seguro Social, el que sería financiado a través de una cotización a cargo de los empleadores que aumentará gradualmente hasta llegar al 6%
