Con tranquilidad y orden catalogaron las autoridades locales el desalojo del campamento gitano que estaba ubicado en avenida España con Eilat. Junto con ello la Municipalidad de Arica le pidió al Servicio de Vivienda y Urbanismo, propietario del lugar, que cierre dicho terreno para evitar nuevas tomas.
Para cumplir con la petición de los vecinos “primero tuvimos que acudir al Serviu para que ellos solicitaran el desalojo. Después la Delegación Presidencial ejecuta el mandato y así logramos hacer efectivo este operativo municipal”, dijo el alcalde Gerardo Espíndola Rojas.
“El desalojo se hizo con el respeto que merece la comunidad gitana, pero también por el respeto que se merecen los vecinos en un lugar que ha generado una serie de conflictos”, agregó el jefe comunal ariqueño.
Por su parte, la secretaria de la Junta Vecinal número 43 Villa del Mar, Trinidad Barra Correa, dijo que “Los vecinos estaban cansados. Y nosotros como Directiva solicitamos el desalojo para que pudiéramos vivir en una comunidad y en paz. La gente estaba bastante asustada y preocupada por la situación”.
Espíndola recordó que “la mayoría de los terrenos en Arica que están abiertos, o son de algún servicio público, o son privados, y estos terrenos son los que se toman generalmente las personas”. Por ende, los desalojos de este tipo, revisten cierto grado de complejidad. Y no es posible efectuarlos en un periodo de tiempo acotado.
