Este jueves el Departamento Federal de Estadística (Destatis) dio a conocer que la economía alemana se contrajo un 0,3% en el primer trimestre del año, por lo que entró oficialmente en una recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos en negativo.
Ruth Brand, presidenta de Destatis, señaló que “tras la contracción reflejada con el final de 2022 se registró otro trimestre en negativo”, pues el último trimestre del año 2022 hubo una caída del 0,5%.
En ese sentido la contracción del PIB en Alemania se produjo como efecto de la caída del consumo derivada de la inflación que, aunque empezó a contenerse, tras alcanzar peaks máximos en octubre del año pasado por encima del 10%. Se situó en abril de 2023 en un 7,2% interanual.
Gracias a las exportaciones y la inversión, hubo impulsos positivos procedentes de ellas, así como una recuperación del sector de la construcción y los equipamientos industriales, producción de maquinaria, electrodomésticos y automóviles. Así también, el conjunto de las exportaciones experimentó durante el primer trimestre un aumento del 0,4% respecto al último periodo trimestral de 2022.
En cuanto a las importaciones, sucedió que bajaron un 0,9%, según los datos detallados por la misma Destatis, que destaca el descenso experimentado en carburantes, minerales y productos químicos.
Otro dato importante tiene que ver con la ocupación laboral que se generó, pues por si parte, subió y alcanzó los 45,6 millones de personas laboralmente activas, lo que supone un incremento interanual de 446.000 ciudadanos o, en términos porcentuales, de un 1,0%.
