Este sábado 30 de noviembre, a partir de las 17:00 horas (de Chile), los cuadros de Atlético Mineiro y Botafogo, ambos equipos de Brasil, se van a enfrentar en Estadio El Monumental por la Final de la Copa Libertadores 2024 en Buenos Aires, Argentina.
El cuadro del “Galo” buscará levantar su segunda Copa Libertadores de su historia, algo que ya consiguieron en el año 2013, cuando levantaron el trofeo por primera vez.
Por su parte, el “Fogao” llegará a esta final con la misión de conquistar por primera vez en su historia el trofeo de la competición de clubes más importante del continente.
Es en esta instancia, y a solo días de disputarse la final de la Copa Libertadores en Buenos Aire, que el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, anunció a través de sus cuentas personales de redes sociales, y también mediante las cuenta oficiales de la Conmebol, que el histórico trofeo de la competición sufrió una modificación en su estructura.
El timonel de la Conmebol informó que “hemos renovado el símbolo más emblemático del fútbol sudamericano, manteniendo su esencia histórica mientras lo adaptamos a las nuevas generaciones y a los logros acumulados”.
“En esta edición, la base del trofeo se amplió a 9 filas, con capacidad para 8 campeones más, reemplazando las 8 filas previas” finalizó Alejandro Domínguez.
El trofeo de la Copa Libertadores, que posee una antigüedad de 64 años, tiene una base de madera y en ella se atornilla una placa con el nombre del equipo campeón de cada edición, por lo tanto, la base de madera mantiene ocho filas con las placas de los equipos campeones, y el equipo que resulte campeón este año, iba a ocupar el último lugar disponible en la octava fila.
Por esta razón es que desde la Conmebol decidieron agregar una fila más para los próximos ocho ganadores del certamen.