La histórica Feria Monumental, conocida actualmente como Comercial Monumental, ha sido puesta en venta, generando incertidumbre entre los más de 100 locatarios que dependen de este espacio comercial. Durante tres décadas, este mercado ha sido un clave en el comercio detallista del centro de Iquique, pero ahora su futuro parece incierto tras la publicación de su venta.
Cecilia Tello, actual arrendataria y fundadora hace 30 años de la feria, expresó su preocupación por la falta de información de los propietarios. “Nos enteramos por la prensa que la feria está en venta, pero hasta ahora no hemos recibido ninguna notificación oficial. Nos preocupa no saber cuánto tiempo tendremos para salir si se concreta la venta. No es fácil empezar de cero en otro lugar”, explicó, añadiendo que, a pesar de los desafíos económicos, han cumplido puntualmente con los pagos del arriendo.
Además del temor por un posible desalojo, Tello señaló que la situación en los alrededores de la feria ha empeorado con el tiempo, afectando la afluencia de público. «El entorno es complicado, pero hemos visto mejoras gracias a los controles de la PDI y Carabineros. Aún así, cambiarse de lugar sería empezar de cero, y eso no es fácil», añadió la comerciante.
María González, otra arrendataria y fundadora de la feria, también manifestó su frustración por el abandono que sienten por parte de las autoridades. “Cada vez que hay elecciones, prometen soluciones, pero los proyectos nunca avanzan. Hace 10 años presentamos un proyecto para mejorar los estacionamientos, pero sigue durmiendo en el municipio”, comentó con resignación.
González también destacó el impacto de los trabajos en los alrededores de la feria, que han dificultado el acceso de los clientes. “Los clientes no tienen dónde estacionar, y además, muchos tienen miedo de venir por la gente que se ha instalado a vender en la calle. Esto ha reducido la cantidad de compradores que llegan a la feria”, señaló.
A pesar de los altos arriendos que deben pagar, los comerciantes lamentan la falta de comunicación por parte de los propietarios. “No hay ningún respeto hacia nosotros. Pagamos cerca de 600 mil pesos de arriendo y ni siquiera nos informaron sobre la venta. Nos enteramos por el diario”, criticó González.
Mientras los comerciantes esperan una respuesta oficial, la venta de la Feria Monumental deja en el aire su futuro y plantea una nueva incertidumbre para quienes han hecho de este espacio su fuente de ingresos por décadas. Los comerciantes se preguntan cuánto tiempo tendrán para encontrar un nuevo lugar y si podrán mantener a flote sus negocios tras el eventual cierre.
