FIESTA DE SAN ANDRÉS, UNA CELEBRACIÓN PATRONAL EN UN AÑO MARCADO POR LA PANDEMIA
Un año atípico y sin precedentes nos ha tocado vivir a todos en este 2020 en todo orden de cosas, y las fiestas patronales no han sido la excepción. La celebración religiosa que comenzó el 28 de noviembre en la localidad de Pica es en honor al Apóstol San Andrés, santo patrono del pueblo.
Durante este fin de semana se han reunido con mucha precaución los habitantes de Pica y sus alrededores para venerar a su patrón, pero este año las celebraciones han tenido un tono distinto para la comuna de Pica que es un oasis situado en la región de Tarapacá, provincia del Tamarugal, donde se han tenido que adoptar estrictos protocolos sanitarios, distanciamiento físico y uso de mascarilla obligatorio para los feligreses.
El alcalde de la localidad de Pica, Ivan Infante Chacón, expresó que “se están tomando todas las precauciones. La iglesia estuvo cerrada con muy pocas personas (sentados banca por medio). Fueron solamente los representantes de los bailes más las autoridades. Ahora va a hacer una procesión, tipo caravana de vehículos por la celebración. Se han tomado las medidas y aprovecho de hacer un llamado a las personas para que nos sigamos cuidando”.
La historia cuenta que por el año 1536 y hacia el 1600, con la presencia del mismísimo Diego de Almagro, permitieron a Pica ser un centro de gran importancia en la zona, donde se fue estableciendo la primera comunidad española de Chile. Junto con el desarrollo agrícola y minero la fe los acompañaba y entregaban gratitud a Dios y al apóstol San Andrés.
Hoy 30 de noviembre, día de San Andrés, en años anteriores se asistía a una misa solemne para después terminar la jornada con cantos, danzas, fuegos artificiales y pañuelos al viento. Normalmente, por la noche, después de la misa en honor a San Andrés, llegaba la música y los bailes religiosos danzan y entusiasman a la gente. Sin embargo, este año, la celebración se redujo a 2 bailes tradicionales y lo mínimo en rituales religiosos y celebraciones multitudinarias.
Al medio día se abrió la puerta principal donde se asomó la imagen de San Andrés al son de campanas y la música, pero esta vez, de manera muy moderada debido a los protocolos sanitarios. Los fieles agitaron los pañuelos al viento saludaron a su patrón.
La gratitud de los habitantes piqueños se ha manifestado a través los tiempos, expresando su alegría en su baile tradicional. Como suele decirse “Pica es edén de todo Tarapacá” y “Pica oasis sin igual”.
