Tras el choque de dos trenes en la cercanía de la ciudad de Larissa al norte de Grecia el pasado martes que dejó al menos a 43 fallecidos y más de 50 heridos provocó la renuncia del ministro de Transportes del país.
El hecho ocurrió cuando un tren de pasajeros con alrededor de 350 personas a bordo colisionó con un tren de carga que venía por la misma vía, situación en la que los primeros vagones del coche de pasajeros quedaron totalmente destruidos.
Kyriakos Mitsotakis, primer ministro de Grecia, quien visitó la escena del accidente en Tempe, cerca de Larissa, expresó que todo apunta a un “trágico error humano (…) La Justicia harpa su trabajo”, expresó a los medios de comunicación.
Frente a los hechos la policía griega informó que el jefe de la estación de trenes de la ciudad había sido detenido. Además, Kostas Karamanlis, ministros de Infraestructura y Transporte, haciéndose cargo de la responsabilidad política anunció su renuncia al cargo como consecuencia del accidente. «Cuando ocurre algo tan trágico, es imposible continuar y pretender que no ocurrió. Esto se llama responsabilidad política. Por esta razón, anuncio mi dimisión como ministro de Infraestructura y Transporte», expresó en un comunicado.
Cabe señalar que el tren de pasajeros iba desde Atenas hacia Tesalónica, lugar donde hay una gran población estudiantil, por lo que se cree que dichos pasajeros en su mayoría podrían ser jóvenes que viajaban de regreso tras la Cuaresma de la iglesia Ortodoxa griega. Mientras los rescatistas siguen buscando pasajeros que pudieran estar atrapados entre los restos de los trenes.
Por su parte, Konstantinos Agorastos, gobernador de la región de Tesalia, confirmó que los primeros cuatro vagones del tren de pasajeros se descarrilaron y añadió que los primeros dos quedaron «casi completamente destruidos» por el incendio posterior a la colisión.
Las autoridades griegas informaron que en las labores de rescate han trabajado más de 150 bomberos, 40 ambulancias, varias grúas y rescatistas para dar respuesta a la tragedia. Además de declarar duelo nacional por 3 días tras la tragedia.
Pese a que aún no están claras las causas del choque, el gobernador regional confirmó que los dos trenes circulaban por la misma vía, que el jefe de la estación local está detenido y acusado por homicidio involuntario por negligencia y lesiones corporales graves por negligencia. Además, el hombre a cargo de la señalización de 59 años negó haber actuado mal y dijo que el accidente se debió a una probable falla técnica.
Frente a los hechos, los sindicatos ferroviarios declararon que ha habido problemas de larga data con los sistemas eléctricos, que se supone deben advertir a los conductores sise avecina un peligro.
Kostas Genidounias, presidente de la asociación de conductores de trenes, señaló que «nada funciona. Todo se hace manualmente en la conexión Atenas-Tesalónica. No funcionan ni los indicadores, ni los semáforos, ni los controles de tráfico electrónicos», declaró.
En cuanto a los sobrevivientes, el pasajero, Stergios Minenis, indicó que escucharon un gran estruendo y que «fueron 10 segundos de pesadilla. Dimos vueltas en el vagón hasta que caímos de lado y cesó la conmoción. Había pánico, el fuego empezó de inmediato. Mientras nos girábamos nos quemábamos”, detalló.
También Angelos Tsiamouras, afirmó que «fue como un terremoto», y Marina Rigou expresó que «la colisión fue tan severa que los dos primeros vagones desaparecieron».
