Más de 40 gremios de diversos sectores productivos, agrupados en la Sofofa, manifestaron un rechazo categórico a la idea de instaurar un “royalty portuario”, propuesta que busca aplicar un cobro de entre US$1 y US$2 por tonelada movilizada en los puertos del país, con el fin de destinar esos recursos a las comunas portuarias.
En una declaración conjunta, los gremios advirtieron que imponer un nuevo cargo al movimiento de carga internacional tendría un efecto directo en los precios y una pérdida de competitividad para el comercio exterior chileno. Según plantearon, incluso si el impuesto se aplicara a las navieras, “el mayor costo terminaría siendo traspasado a los consumidores” en el caso de los productos importados.
Para el sector exportador, el impacto sería especialmente sensible. Los gremios señalaron que los envíos de cobre, salmón, madera y vino no pueden ajustar sus precios para absorber este nuevo cobro, lo que afectaría la rentabilidad y la capacidad de competir en mercados internacionales.
El análisis proyecta que los fletes marítimos podrían encarecerse hasta un 6% si el royalty fuera de US$1 por tonelada, y hasta un 12% si llegara a US$2. Estas alzas significarían costos adicionales de entre US$111 millones y US$222 millones anuales para la economía. “Decir que se trata de un tributo menor es una falacia”, recalcaron.
Frente a este escenario, los gremios afirmaron que la discusión debe priorizar mejoras en infraestructura y eficiencia logística, como la recuperación del tercer turno nocturno de camiones, la ampliación de accesos viales y ferroviarios y la descongestión de zonas urbanas ligadas al transporte de carga.
Aunque el proyecto original fue declarado inadmisible en la Cámara de Diputados, los gremios alertaron que han surgido nuevas iniciativas para retomar el debate, por lo que insistieron en descartar cualquier fórmula tributaria que, a su juicio, encarezca el comercio exterior y debilite la competitividad del país.
