Una operación policial sin precedentes sacudió a Chile. La Fiscalía Regional de Tarapacá, en coordinación con la Brigada Antinarcóticos de la PDI, logró desmantelar parte de una organización criminal que operaba en tres regiones, tras la incautación de más de 800 kilos de cannabis sativa, junto a armas, municiones y vehículos utilizados en el traslado de estupefacientes.
Desde la zona norte hacia el sur: la logística de un imperio del narcotráfico
Según informó la Fiscal Regional Trinidad Steinert, los imputados, identificados como F.A.D.M. y C.A.R.R., lideraban la red desde la Región de Tarapacá, coordinando envíos de droga hacia O’Higgins y Ñuble, abasteciendo un mercado que se extendía por cientos de kilómetros.
“Se logró identificar un modus operandi claro: la organización estructuraba y supervisaba el transporte de grandes cargamentos desde pasos no habilitados en el norte del país hasta distintas regiones del sur”, explicó Steinert en un punto de prensa en Santiago.
La investigación reveló que la red no solo movía drogas: se incautaron seis armas de fuego, más de 400 municiones y cinco vehículos utilizados para garantizar el tránsito seguro de los cargamentos.
Formalización y prisión preventiva
Este martes, los dos principales imputados fueron formalizados por tráfico ilícito de drogas y tenencia de armas y municiones. El tribunal acogió la solicitud del Ministerio Público y decretó prisión preventiva, enviando a los acusados a la cárcel mientras la investigación sigue su curso.
El juez fijó un plazo de 120 días para la investigación, periodo en el cual la Fiscalía buscará detener al resto de los integrantes de esta estructura criminal que operaba con gran sofisticación logística y financiera.
Un golpe al crimen organizado
El operativo representa un duro golpe al narcotráfico en la zona norte del país y evidencia la magnitud del negocio ilícito que se mueve por rutas clandestinas. La incautación de 800 kilos de droga, junto con armas y vehículos, no solo protege a los consumidores, sino que también desarticula una cadena de abastecimiento que operaba con impunidad desde Tarapacá hacia el sur.
Expertos en seguridad destacan que la coordinación entre Fiscalía y PDI, combinada con técnicas de análisis criminal, permitió anticipar movimientos y detener a los líderes antes de que continuaran expandiendo su red.
El desafío sigue
A pesar del éxito del operativo, la Fiscalía advirtió que el trabajo apenas comienza. La captura de F.A.D.M. y C.A.R.R. es solo el primer paso para desmantelar una red que, según los antecedentes, contaba con varios integrantes activos en distintas regiones.
“Este es un mensaje claro: no habrá impunidad para quienes lucran con la vida de las personas y ponen en riesgo la seguridad de nuestras comunidades”, concluyó Steinert.
La investigación continúa bajo alta reserva, pero las autoridades anticipan nuevas detenciones en las próximas semanas, consolidando un golpe histórico al crimen organizado en Chile.
