El viaje comenzó en Iquique, cuando aún caía la noche sobre la ciudad nortina. Un bus de la empresa Norte Azul, cargado de sueños, maletas y cansancio, emprendió rumbo a Santiago. Pero en medio de la travesía, antes de que amaneciera del todo, la ruta transformó la historia en tragedia: a la altura del kilómetro 784, en el sector Travesía de la comuna de Copiapó, el vehículo volcó dejando un saldo fatal de cuatro personas muertas y decenas de heridos.
El reloj marcaba las 05:15 de la madrugada de este sábado cuando el silencio de la carretera se quebró. Según los primeros antecedentes, el conductor perdió el control de la máquina y, en segundos, el bus salió de su curso para terminar volcado a un costado de la calzada. A bordo iban 60 pasajeros que nunca imaginaron que el viaje se teñiría de horror.
Las víctimas fatales —dos mujeres y dos hombres, según reportes preliminares— fueron confirmadas por la Dirección Regional de Senapred en Atacama, que además informó de múltiples heridos, algunos de ellos en estado crítico. Carabineros, Bomberos, personal del SAMU y equipos de la concesionaria de la autopista acudieron al lugar para iniciar un rescate que se extendió por horas, mientras los pasajeros, algunos atrapados entre fierros, pedían auxilio en la penumbra.
El capitán Danny Espinoza, comisario de servicio de la 2ª Comisaría de Copiapó, detalló que la máquina había salido desde Iquique con destino a Santiago y que en su interior viajaban familias, trabajadores y estudiantes que regresaban tras las Fiestas Patrias. “El bus perdió el control en circunstancias que están bajo investigación”, indicó.
Por instrucción del Ministerio Público, la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Carabineros quedó a cargo de los peritajes que deberán establecer las causas de la tragedia: si fue fatiga del conductor, una falla mecánica o algún factor externo el que precipitó el vuelco.
Mientras tanto, en hospitales de Copiapó y Vallenar, médicos y enfermeras trabajan sin descanso para estabilizar a los heridos. Afuera, familiares de las víctimas empiezan a llegar con la angustia de no tener aún certezas sobre el destino de sus seres queridos.
Lo que comenzó como un viaje largo desde el extremo norte terminó convertido en pesadilla. La Ruta 5 Norte, tantas veces testigo de historias de tránsito, quedó nuevamente marcada por la fatalidad.
