
La Cámara de Diputados y el Senado decidieron modificar su calendario legislativo y revertir la suspensión de sesiones para el 17 de septiembre. La medida busca neutralizar cuestionamientos en medio del debate sobre un eventual nuevo feriado nacional y las tensiones propias del inicio de las campañas electorales.
El Congreso Nacional dio marcha atrás a una de sus decisiones más polémicas del año: no sesionar el 17 de septiembre. Tanto la Cámara de Diputados como el Senado confirmaron que finalmente sí habrá actividad legislativa en la víspera de Fiestas Patrias, aunque bajo un formato reducido y con ajustes de calendario.
La Cámara acordó realizar sesiones durante la mañana del miércoles 17, tras una propuesta presentada en la reunión de bancadas por el presidente José Miguel Castro (RN) y el vicepresidente Eric Aedo (DC). El Senado, en tanto, había anticipado un cambio similar a inicios de semana, al programar una sesión extraordinaria para el lunes 15 de septiembre, compensando la jornada que se pretendía liberar.
La polémica por el “feriado encubierto”
La decisión original de suspender la sesión del 17 de septiembre se había adoptado en enero, cuando se fijó el calendario legislativo anual. El argumento estaba en la ley: el Estatuto Administrativo (artículo 71) establece que los funcionarios públicos no están obligados a trabajar la tarde de los días 17 de septiembre, 24 y 31 de diciembre. En la práctica, eso obligaba a que la Cámara y el Senado solo pudieran sesionar hasta el mediodía.
Sin embargo, este año la planificación del Congreso generó un efecto adicional. La semana de receso legislativo fue programada después de Fiestas Patrias, y no durante esas fechas como es habitual, lo que creó la percepción de que los parlamentarios habrían sumado un “feriado largo” con fines electorales.
De haberse mantenido la suspensión, diputados y senadores habrían cerrado funciones el 16 de septiembre para recién volver al trabajo legislativo el lunes 29, completando casi dos semanas libres justo en el arranque de la temporada de campaña.
Preocupación por la imagen pública
El temor a un costo político aceleró la rectificación. En las últimas semanas, distintos sectores advirtieron que liberar el 17 de septiembre podía ser interpretado como un privilegio parlamentario, más aún cuando se discute en paralelo si este año el 17 debe convertirse en feriado nacional.
La presión interna también fue determinante. “No podíamos dar la señal equivocada a la ciudadanía”, reconocen en privado algunos legisladores, conscientes de que la discusión sobre transparencia y probidad ha permeado con fuerza en la agenda pública.
Lo que viene
Con esta corrección, la Cámara sesionará hasta el mediodía del 17 de septiembre, cumpliendo con el marco legal, mientras el Senado se adelantará con una jornada extraordinaria el lunes 15. De esa forma, ambas corporaciones buscan despejar suspicacias y mantener el ritmo legislativo en medio de una semana particularmente sensible.
Aun así, la controversia deja en evidencia la tensión entre el deber parlamentario y los derechos laborales de los funcionarios, pero también la presión que enfrenta el Congreso por su imagen pública en un año marcado por las elecciones y las campañas que tradicionalmente comienzan a la vuelta de Fiestas Patrias.