Cultura

ZENÓN GUTIÉRREZ: LA HISTORIA DE LA PAMPA EN ÓLEOS Y MURALES

Vilas Radio 100.1FM trae esta semana el perfil de Zenón Gutiérrez, como parte de nuestras propuestas para retratar a distintos personajes que resaltan servicios, oficios y profesiones en nuestra zona. Te invitamos a conocer más a quienes hacen de Tarapacá una mejor región.

Antes de iniciar la entrevista y de forma jocosa, nos pidió que nombráramos especialmente a su familia: María Isabel González, Thamara y Cristina Gutiérrez y, a su nieta Mía Trinidad. “Mire que me han tenido al hielo por no darle las gracias en la entrevista que me hizo Víctor ‘Queno’ Soto en el matinal Todos Juntos”. Así es que, desde ya, lo primero es que ellas sepan que son mi mayor inspiración y les estoy muy agradecido porque están en mi vida”, relató.

La llegada a Iquique de Zenón Gutiérrez desde Arica fue a través de un trabajo muy alejado de su actividad actual, ya que la empresa sanitaria le permitía tener tiempos en calma y fue precisamente un compañero de trabajo quien lo acercó al arte. “Me regaló unas pinturas y yo trabajaba cuidando un sitio en Alto Hospicio y me llevé un día las pinturas y me compré un bastidor. Comencé a hacer algunas obras porque ya yo sabía, al menos, dibujar” recordó.

Su primer dibujo fue un atardecer en la salitrera Santa Laura y el que dejó como una buena obra en casa de su suegra. “Estando allí en esa residencia, el profesor de pintura Paulino Astudillo, vio el cuadro y preguntó sobre el autor de la obra y, me lo presentaron. Allí nació mi primera gran oportunidad porque el me ofreció exponer en el Teatro Municipal de Iquique”, dijo.

Hizo 22 obras con una temática orientada a La Tirana y su poblado. “Fue muy lindo porque la exposición fue en julio 1997 y tengo muy bonitos recuerdos. A mí siempre me ha gustado cómo viven los pueblos latinoamericanos, sus tradiciones y, en mis óleos, siempre destaco eso”, comentó.

Las exposiciones continuaron en lugares como el ex Hotel Chucumata, el Palacio Astoreca en Baquedano, en el poblado de La Tirana. “Descubrí en mí el potencial de la creación. Yo soy autodidacta y, gracias al profesor Astudillo, vi aquel talento y comencé a corregir mi técnica, basándome en el expresionismo”, apuntó.

CHILE Y SUS RAÍCES

Los pueblos originarios del país fueron la siguiente inspiración para Zenón. “Encontraba datos, me imaginaba y comenzaba a crear. Durante muchos años participé en el Tambo Andino y por una década pinté el escenario del evento. Allí aprovechaba de instalar un puesto y que otras personas pudieran ver mis trabajos y adquirirlos”, explicó.

Luego, su mente viajó a México y toda América, con lo que amplió su panorama y su inspiración para crear. “Me di cuenta de que también podía expresar mi arte con murales y que todos pudieran verlo en Iquique, Alto Hospicio y Pica. Por un buen tiempo pude sobrevivir con eso”, indicó.

Su mayor inspiración es su familia: sus orígenes afrodescendientes en Arica le inculcaron poder mostrar cómo es la vida en el valle de Azapa. “Comencé a rescatar esas historias bonitas de mis abuelos, que llegaron del Perú. Mi madre dibujaba y, mi padre, que está vivo, pinta. Varios de sus hijos explotamos ese don de Dios y, la genética, que nos dieron. Yo quiero hacer un monumento a los afrodescendientes en Arica y será un gran desafío”, detalló.

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