Un operativo realizado este viernes por Gendarmería de Chile en el Centro de Detención Preventiva Santiago 1 terminó con el hallazgo de un teléfono celular, un chip y un cargador al interior de la celda de Jorge Ugalde, imputado por el triple homicidio ocurrido en La Reina el pasado 18 de octubre.
El procedimiento se efectuó en el marco de una inspección general ordenada dentro del penal, donde Ugalde se encuentra en prisión preventiva desde el martes, tras ser formalizado por homicidio calificado con alevosía y premeditación en contexto de violencia intrafamiliar.
De acuerdo con información difundida por Mega, los elementos tecnológicos fueron incautados por personal especializado, que ahora evalúa si el dispositivo fue utilizado para comunicarse desde el interior del penal durante los días posteriores a su ingreso.
Ugalde, psicólogo de profesión, es cuñado del fotógrafo Eduardo Cruz-Coke y tío de los mellizos de 17 años asesinados junto a su madre. El crimen causó gran conmoción pública por el vínculo familiar y las circunstancias del hecho, ocurrido en una vivienda de la calle La Cañada, comuna de La Reina.
El imputado fue quien contactó a Carabineros tras los hechos, lo que inicialmente generó confusión en las primeras horas de la investigación. Posteriormente, el Ministerio Público lo acusó como autor material del triple homicidio, calificando su actuar de premeditado y con extrema violencia.
Por su parte, Marcelo Castillo, abogado defensor de Ugalde y de Trinidad Cruz-Coke —esposa del acusado y familiar de las víctimas—, cuestionó la forma en que el caso ha sido expuesto públicamente.
“El nivel de controversia que se ha generado en torno a este caso no se condice con la evidencia disponible. Hay muchos casos en que el Ministerio Público y la PDI se han equivocado”, señaló el jurista, añadiendo que su representado es “una persona muy serena y tranquila”, rasgos que, a su juicio, “se han interpretado erróneamente como propios de alguien culpable”.
El Ministerio Público continúa con las diligencias para determinar la eventual existencia de cómplices o encubridores, mientras Gendarmería investiga cómo el teléfono ingresó al recinto penitenciario.
