TALIBANES CUMPLEN MEDIO AÑO EN EL PODER Y TODAVÍA NO SON RECONOCIDOS INTERNACIONALMENTE
Los talibanes cumplieron este martes medio año desde su regreso al poder en Afganistán, sumidos en una grave crisis económica y tratando de convencer al mundo que se puede confiar en ellos, mientras la población experimenta a diario la pérdida de derechos, como en el trabajo o la educación femenina.
El reconocimiento internacional es clave para que los fundamentalistas puedan recuperar los fondos para la reconstrucción del país que fueron suspendidos tras su llegada al poder, y que en caso de que llegasen supondrían un alivio para evitar una catástrofe humanitaria y económica en Afganistán.
Pero durante estos seis meses, los islamistas «no han podido ser reconocidos por la comunidad internacional y tampoco han sido aceptados como gobierno legítimo por la sociedad afgana», ya que no tuvieron en cuenta «la diversidad étnica» a la hora de formar gobierno y el estado de seguridad «tampoco está a la altura», explicó el analista político afgano, Ahmad Saeedi.
Si bien los fundamentalistas todavía no han logrado su objetivo, el analista político Fazal Hadi Wazin cree que al menos están avanzando a nivel interno.
«Hasta ahora, durante los últimos seis meses, al Gobierno del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) le ha ido bien en términos de gobernanza. Cuando terminó la guerra, la situación de seguridad mejoró y el Emirato Islámico eliminó las islas de poder en el país y construyeron un gobierno fuerte y centralizado», señaló Wazin.
Sin embargo, a nivel externo, los islamistas «carecen de un gobierno inclusivo que se constituya a partir de personajes con buena reputación de toda la diversidad étnica y necesita una diplomacia más activa para satisfacer la demanda de los diferentes grupos étnicos y la comunidad internacional», apuntó el analista.
SISTEMA AL BORDE DEL COLAPSO
Mientras los talibanes tratan de lograr el reconocimiento internacional, la población afgana trata de salir adelante en medio de la severa crisis económica y humanitaria que padece.
Tras la suspensión de fondos, los activos del país se congelaron y las actividades del sector privado se redujeron un 40%, mientras muchos de los trabajadores del sector público llevan meses sin cobrar.
«Estamos pasando por una situación económica muy mala, más de 24 millones de nuestra gente necesita ayuda humanitaria urgente, el sistema bancario está en blanco o colapsado debido a la falta de efectivo, y las sanciones económicas y la incapacidad de los talibanes causaron como el impacto financiero y sistema económico al borde del colapso», afirmó a Efe Mohammad Arfi Nikmal, especialista del sector privado en Afganistán.
La falta de fondos también afectó de manera severa al sistema de salud afgano, que se encuentra al límite tras la falta de medios, infraestructuras, personal médico y la ayuda de las organizaciones humanitarias internacionales.
Los trabajadores de la salud creen que el sistema no se recuperará a menos que los talibanes y la comunidad internacional tomen medidas urgentes para evitar que el país se enfrente a una catástrofe humanitaria inminente.
«Hago un llamado al Emirato Islámico para que nombre a trabajadores profesionales para el sector de la salud y atraiga el apoyo de la comunidad internacional para recuperar el sector de la salud, de lo contrario, estará al borde del colapso», dijo el doctor afgano Baz Mohmmad Shirzad.
DERECHOS DE LA MUJER
Con la toma de poder de los fundamentalistas, las mujeres también vieron cómo los avances de las últimas dos décadas de ocupación estadounidense en materia de derechos se desvanecían por completo.
En seis meses, los talibanes abolieron el Ministerio de Asuntos de la Mujer, restringieron su educación y trabajo, prohibieron los deportes atléticos para las mujeres y designaron un gabinete de gobierno sin la participación del sexo femenino.
«En los últimos veinte años tuvimos grandes logros en todos los campos de la sociedad con la contribución de las mujeres, pero seis meses después de que los talibanes tomaron el control de Afganistán, todos nuestros sueños parecen haberse desvanecido, los talibanes todavía no creen en los derechos de las mujeres», dijo la activista por los derechos de las mujeres, Hamasa Jahanbin.
A esto se le suma la desaparición en el último mes de varias activistas sociales que participaban continuamente en protestas a favor de los derechos educativos y laborales de las mujeres y en contra de algunas normas del todopoderoso Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio.