El 10 de agosto representa para la gran mayoría la región de Tarapacá un día lleno fervor popular, donde los creyentes en el “Lolito” festejan este día como un nuevo inicio de año.
El Santo Diácono Mártir del poblado de Tarapacá, es considerado como el patrono de los mineros, camioneros, maestros, y cualquier otro tipo de trabajo, donde también gran cantidad de fieles le han atribuido que es el patrono de los “olvidados”, denominado así, por aquellas personas que se sienten renegados por la sociedad en base a la discriminación.
En esta oportunidad conoceremos la historia de Luna Cáceres, quien es una persona transgénero, la cual siempre fue creyente en San Lorenzo, aclarando que es el único lugar donde siente que puede ser ella realmente.
“El lolito no discrimina, desde el primer momento me comprendió, el me ayudó a poder aceptarme, y que mi familia también lo hiciera, es por eso siempre le estaré agradecida”, comenzó diciendo Luna en su relato.
Dentro de su fe, Luna puntualizó que ella comenzó danzando en una diablada previo a su periodo de transformación y aceptación, donde luego de participar en la actividad de la “Rompía” supo que el Santo la querría tal cual era, sin cuestionamientos ni prejuicios.
“El es el patrono de los olvidados, y lamentablemente las personas que tenemos una orientación sexual distinta, o se identifica con otro tipo de género, somos discriminados por la iglesia, la gente, y todos aquellos que se creen normales, sin embargo, San Lorenzo nos ama y nos invita a que confiemos en él”.
En lo que respecta a su historia, Luna cuenta que lo más difícil fue contarle a su familia, ya que se trataba de un círculo muy conservador, quienes también son devotos de San Lorenzo. “Cuando tuve el valor de decirlo, lo comprendieron bien y me apoyaron en todo, lo cual estoy segura que en sí, fue todo gracias al Lolito”. Por último, Cáceres expuso que el 10 de agosto lo celebrará con su familia esperando la víspera del martes 9, la cual pondrán afuera de su casa un parlante con música del baile Cachimbo, para honrar al Diácono Mártir.