En la oscuridad de la madrugada, Carabineros logró frenar una operación delictiva que buscaba sacar de Chile tres automóviles robados en Arica y trasladarlos a Bolivia a través de pasos no habilitados.
El procedimiento, realizado por la Sección de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos (SEBV), terminó con la recuperación de los móviles y la detención de cuatro ciudadanos bolivianos en situación migratoria irregular, entre ellos un adolescente de solo 15 años.
El golpe policial se concretó gracias a un control fronterizo en el que fueron interceptados los llamados “chuteros”, individuos reclutados para conducir automóviles robados y llevarlos hasta el país altiplánico, donde ingresan al mercado negro de vehículos. Los autos –dos Hyundai y un Mazda– habían sido sustraídos apenas minutos antes en la comuna de Arica, mientras sus dueños todavía realizaban las denuncias en las comisarías locales. Por ello, al momento del hallazgo, no existían registros de encargo por robo en el sistema policial.
El avalúo de los tres automóviles asciende a 15 millones de pesos, reflejo del alto valor de este negocio ilícito que, según las policías, alimenta un circuito criminal transnacional.
Frontera vulnerable y crimen organizado
El caso vuelve a dejar en evidencia la fragilidad de la frontera norte frente al crimen organizado. De acuerdo a Carabineros, el robo de vehículos en Arica y su traslado clandestino a Bolivia se ha convertido en un fenómeno persistente, donde operan bandas que no dudan en utilizar a menores de edad como choferes, exponiéndolos al riesgo de detención y judicialización.
“Cada automóvil robado es parte de un engranaje que cruza fronteras y abastece un mercado ilegal que no solo perjudica a las familias afectadas, sino que fortalece a organizaciones criminales”, advirtieron desde la SEBV, subrayando que los controles se están reforzando en sectores estratégicos para impedir que estas operaciones continúen.
Investigación abierta
El Ministerio Público dispuso que los cuatro detenidos pasen a control de detención y abrió una investigación para establecer si pertenecen a una red mayor de tráfico de automóviles robados.
La indagatoria también busca esclarecer la magnitud de este delito en la macrozona norte y el grado de participación de estructuras delictivas transfronterizas.
Mientras tanto, los vehículos recuperados serán devueltos a sus propietarios, quienes pudieron evitar que sus bienes terminaran, en cuestión de horas, en manos del mercado negro del otro lado de la frontera.
