La Empresa Portuaria Iquique concretó una operación logística especializada con la descarga de 70 baterías BESS en su Terminal Multioperado, destinadas a un proyecto solar que se desarrolla en la Provincia del Tamarugal.
No hubo bocinazos ni ceremonias. Tampoco fue una descarga más. En el Terminal Multioperado de Empresa Portuaria Iquique (EPI), la escena se construyó con precisión quirúrgica: grúas en sincronía, turnos encadenados y un cargamento que no solo ocupó espacio en el muelle, sino que instaló a Iquique en una nueva conversación global. Así llegó la nave Guang An Cheng, de la gigante COSCO Shipping, con un envío que marca un antes y un después en la diversificación operativa del puerto.
A bordo venían 70 baterías BESS (Battery Energy Storage System), tecnología clave para el proyecto fotovoltaico Estela Solar, que se desarrolla en la Provincia del Tamarugal. No es solo equipamiento: es infraestructura crítica para almacenar energía, estabilizar redes y permitir que la generación solar funcione con continuidad. En otras palabras, energía guardada para cuando el sol no está.
Rutas nuevas, mercados nuevos
El origen del cargamento no pasó inadvertido. Las baterías llegaron desde Ziguinchor, Senegal, un puerto atlántico ubicado en la desembocadura del río homónimo. Una ruta poco habitual para el comercio del norte chileno que, sin embargo, confirma la capacidad del Puerto de Iquique para integrarse a circuitos logísticos no tradicionales, ampliando su red de conexiones más allá de los trayectos históricos del Pacífico.
Ese detalle, aparentemente técnico, es clave: habla de flexibilidad operativa, adaptación a cadenas globales complejas y lectura estratégica de los nuevos flujos del comercio internacional, especialmente aquellos ligados a energías limpias y proyectos industriales de alta especialización.
Siete turnos, una sola coreografía
La descarga no fue improvisada. La operación estuvo a cargo del operador CEC Chile y contó con el trabajo directo de las y los trabajadores de Conosur, empresa de muellaje que desplegó personal especializado para una faena que exigía precisión, seguridad y coordinación total.
Fueron siete turnos de trabajo consecutivos, donde cada movimiento estuvo planificado para asegurar el traslado íntegro de una carga sensible, pesada y de alto valor estratégico. No hubo margen para errores. Y no los hubo.
Más que un puerto: un socio del desarrollo
Con este desembarque, EPI vuelve a enviar una señal clara al mercado: el puerto ya no es solo un punto de transferencia de carga, sino un proveedor de soluciones logístico-portuarias a la medida. Capaz de adaptarse a proyectos energéticos, industriales y tecnológicos que demandan estándares cada vez más exigentes.
La operación se suma a una línea de trabajo orientada a diversificar servicios, atraer nuevas cargas y responder a un escenario global más competitivo, donde los puertos que no evolucionan quedan fuera del mapa.
Energía limpia que entra por el mar
La llegada de las baterías BESS no solo fortalece al Puerto de Iquique; impacta directamente en la matriz energética regional. Estos sistemas permitirán almacenar la energía generada por el proyecto Estela Solar y entregarla de manera estable, reforzando el rol de Tarapacá como polo de desarrollo renovable en el norte de Chile.
Así, mientras las grúas se detuvieron y el muelle volvió a su ritmo habitual, quedó claro que algo había cambiado. Puerto Iquique no solo descargó tecnología: descargó futuro. Y lo hizo en silencio, con eficiencia y con una convicción clara: ser parte activa de la transición energética que ya está en marcha.
