Luego de realizar declaraciones en contra de la Policía Nacional del Perú, el presidente Gustavo Petro de Colombia fue declarado persona “non grata” por el pleno del Congreso peruano.
Producto de la declaración que realizó el mandatario colombiano en que expresó que los uniformados peruanos “marchan como nazis, contra su propio pueblo, rompiendo la Convención Americana de DD.HH.», el pleno del parlamento declaró que debido a esos dichos en contra de la Policía Nacional del Perú (PNP) por la crisis política y social que afecta al país, manifestaron su rechazo.
María del Carmen Alva, diputada y presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, expresó que, debido a las afirmaciones del presidente colombiano, se aprobó una propuesta de declaración para “defender a la Policía Nacional, ya que, nadie puede ofenderla diciendo que son tropas nazis”, declaró.
Presentada la idea, en concreto, el Parlamento expresó su rechazo a las “inaceptables” expresiones de Petro, pues aquellas declaraciones constituyen una “ofensa” a la Policía, el Estado y a “todo el pueblo judío” al “banalizar el holocausto”.
Por este motivo el Congreso lo declaró persona non grata y exhortó a los ministerios de Interior y Exteriores a realizar las gestiones necesarias para garantizar que “no ingrese al territorio nacional”.
Cabe señalar que ya en enero de este año el gobierno ya había enviado una carta diplomática expresando su «enérgica protesta por un nuevo acto de injerencia» de Petro en la política interna, luego de que éste se pronunciara sobre el desalojo de manifestantes en una universidad de Lima.
Así también el Parlamento ya a fines del año pasado ya había aprobado una moción de rechazo a “los constantes actos de intromisión en los asuntos internos» por parte de Petro y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Anteriormente, el Gobierno de Dina Boluarte había mostrado en diciembre su «profundo malestar» por las declaraciones de Petro en apoyo al expresidente Pedro Castillo, al considerarlas una injerencia «inaceptable» en los asuntos internos del país.
En ese entonces, Perú declaró persona non grata al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, y al expresidente boliviano Evo Morales «por sus constantes incitaciones en la política nacional» que, siempre a juicio del Parlamento, buscan «desequilibrar el orden interno del país».
