Cultura

POPULARMENTE LLAMADO “MARINERO DESCONOCIDO”: LA ESTATUA QUE RECUERDA LA GALLARDÍA DE LOS HOMBRES DE MAR

En Vilas Radio 100.1 FM día a día con el afán de informar con responsabilidad y entretener, hoy les contamos sobre la figura del Marinero Desconocido (popularmente descrito por los iquiqueños).

Más de alguno siempre lo nombró así, simplemente porque no tiene nombre. Dentro de su historia en algunas ocasiones  el hacha de su mano izquierda fue robada para ser comercializada en alguna fundición iquiqueña, y varias desaparecieron.

Así emplazada en el sector norte de la ciudad, está la imponente estatua recordando a los soldados del mar.  Este monumento, tradicionalmente conocido como al marinero desconocido, se encuentra frente al borde costero, a la altura de la boya que señala el lugar de hundimiento de la corbeta Esmeralda.

De bronce completa, esta escultura de más de tres metros de altura, y de dos y media toneladas de peso, representa la figura de un marino con un catalejo en su mano derecha, sobre una base de concreto y piedras, pintado de blanco y que cada cierto tiempo es remozada para recibir la visita de turistas e iquiqueños.

Aunque para muchos el sentido de su placa conmemorativa genera malestar y dolor, esta señala su inauguración en el sector de Punta Negra, un 30 de agosto de 1977, por mandato del comandante en jefe de la Armada José Toribio Merino.

PERO ¿QUÉ CONMEMORA?

Fue pensada en reconocer la labor de los hombres de mar en general, a los civiles de la marina mercante y a los militares. Sin embargo, su posición frente al hundimiento de la Esmeralda remite especialmente a los hechos del 21 de mayo de 1879, en el marco de la Guerra del Pacífico, por ende, cada año en la fecha de la gesta heroica del capitán Arturo Prat, desde ese lugar se realizan los 21 cañonazos y familias enteras se apuestan para ver la romería en honor a los gallardos marinos que dieron su vida en aquel fatídico combate en el mar.

Lo cierto es que la estatua no lleva nombre, ni lo llevará. La simpleza del iquiqueño lo seguirá nombrando como lo aprendieron de niños, pero la figura ahí seguirá y seguramente más y más generaciones podrán analizar, fotografiarse y compartir en un paseo a un lugar mágico, de vientos fuertes y donde la mirada de este hombre de bronce, nos rememora a la historia que aprendimos en el colegio, donde más allá de una guerra, demuestra la prestancia, valor y amor por la patria de cada tripulante de aquel 21 de mayo.

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