En una sesión marcada por intensos enfrentamientos, el Senado de México aprobó la controvertida reforma al Poder Judicial, que permitirá a partir de 2025 la elección de jueces mediante voto popular. La jornada legislativa estuvo cargada de incidentes, manifestaciones y tensión entre los legisladores de oposición y los senadores del oficialismo.
La reforma, impulsada por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, fue aprobada con 86 votos a favor de Morena y sus aliados, mientras que 41 legisladores de partidos de oposición votaron en contra. «Están votando a favor de uno de los mayores retrocesos en la historia de México», afirmó la senadora Verónica Rodríguez Hernández del PAN durante su intervención en el Senado.
El debate se interrumpió cuando un grupo de manifestantes ingresó al Pleno, obligando a trasladar la sesión a la antigua sede del Senado. Los manifestantes, en su mayoría trabajadores del Poder Judicial, llevan semanas en paro de labores en protesta contra la reforma que consideran un ataque a la independencia judicial.
La reforma ha sido duramente criticada tanto por organismos internacionales como Human Rights Watch y la ONU, que advierten de los riesgos de que actores con intereses particulares, como narcotraficantes, financien campañas de jueces. Además, temen que las sentencias judiciales se dicten basadas en criterios «populares» más que en la ley.
