Durante el debate en la Cámara de Diputados este martes, el parlamentario republicano Cristián Araya expresó duras críticas a las políticas migratorias del gobierno, calificándolas de insuficientes. En su intervención, propuso reinstalar minas en la frontera norte del país y dinamitar ciertas zonas como medida extrema para frenar la migración irregular. Estas declaraciones generaron controversia, ya que Chile es parte de la Convención de Ottawa, tratado internacional que prohíbe el uso de minas antipersonales desde 1997.
“Hemos presenciado brutales hechos de violencia, todos con un patrón en común: inmigrantes ilegales y el casi inexistente control fronterizo en el norte del país”, argumentó Araya. El diputado también recordó que, durante la dictadura de Augusto Pinochet, “se instalaron más de 180 mil minas antipersonales, lo que evitó el libre tránsito por la frontera”, y criticó las actuales medidas del gobierno, describiéndolas como “ridículos parlantes y despliegues militares que funcionan como comités de bienvenida para migrantes”.
Araya sostuvo que Chile requiere una «terapia de shock» para abordar la crisis migratoria. En este contexto, evocó la propuesta de una zanja en la frontera planteada por José Antonio Kast y agregó que “quizás muchos se escandalicen con lo que realmente se requiere: dinamitar nuestra frontera, instalar aduanas con tecnología de punta y retomar el minado en la frontera norte”. Ante las restricciones internacionales, sugirió explorar otras alternativas como las minas antitanques.
Chile concluyó en 2020 el proceso de desminado humanitario que implicó la destrucción de más de 179.000 minas y la liberación de 27 millones de metros cuadrados en su territorio. Esta labor fue el resultado del compromiso asumido al ratificar la Convención de Ottawa, que prohíbe estrictamente la adquisición, producción y uso de minas antipersonales.