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PIERNAS DETENIDAS: LA CORTE SUPREMA PONE FIN AL INSÓLITO CASO DE LOS RESTOS HUMANOS VARADOS EN ADUANAS

Después de más de un año y una trama que parecía sacada de una serie de Netflix, el máximo tribunal chileno resolvió —de manera unánime— cerrar el caso del Centro de Entrenamiento Médico Quirúrgico (CEMQ), que intentó ingresar al país treinta piezas cadavéricas con fines académicos. La sentencia dejó claro: no hay autorización, no hay piernas.

Por más de doce meses, treinta extremidades humanas esperaron en silencio en un almacén de Aduanas, convertidas en protagonistas involuntarias de uno de los episodios más extraños que haya enfrentado el sistema judicial chileno.

Ayer martes, la Corte Suprema decidió poner punto final a la historia: rechazó de manera unánime el recurso presentado por el Centro de Entrenamiento Médico Quirúrgico (CEMQ), una entidad privada que buscaba traer las piezas cadavéricas desde Estados Unidos con fines de capacitación médica.

Con esta resolución, el máximo tribunal cerró definitivamente el caso y respaldó al Ministerio de Salud (Minsal), que había prohibido el ingreso del material. Así, el intento de “importar” cuerpos humanos terminó chocando contra la ley y los principios éticos del país.

Las treinta piernas que no llegaron a destino

El caso comenzó como un trámite burocrático más. Pero cuando los funcionarios aduaneros abrieron los contenedores, encontraron lo impensado: 30 piernas humanas, cuidadosamente embaladas, con destino a un centro médico de Santiago.

El material había sido adquirido por el CEMQ a Innoved Institute, una empresa estadounidense que ofrecía partes anatómicas para entrenamiento quirúrgico. Hasta ahí, todo parecía legal… hasta que un reportaje de BBCL Investiga destapó una red de proveedores con un historial tan turbio como macabro.

Innoved aparecía vinculada a BRC y Sunset Mesa, dos compañías norteamericanas investigadas por el FBI por comerciar restos humanos sin el consentimiento de las familias. El escándalo cruzó fronteras y encendió las alarmas en el Minsal, que decidió bloquear el ingreso inmediato del cargamento.

De Las Condes a la Corte Suprema

Desde su sede en Las Condes, el CEMQ no tardó en responder. Acusó al Ministerio de actuar de forma “arbitraria e ilegal” y defendió que su intención era puramente académica. A su juicio, la prohibición afectaba su derecho a desarrollar una actividad económica lícita, ya que en el pasado —aseguraron— habían traído material similar sin inconvenientes.

Pero el argumento no convenció ni a la Corte de Apelaciones de Santiago, ni mucho menos a la Corte Suprema, que este martes desestimó por completo la apelación. El fallo fue categórico: el derecho económico “no es absoluto” y debe someterse a las normas sanitarias, éticas y legales vigentes.

“El Ministerio de Salud actuó dentro de sus atribuciones. Las autorizaciones previas no configuran un derecho adquirido”, concluye el documento.

Un error que costó caro

Más allá del fondo, hubo un detalle que terminó de hundir al CEMQ: usó el recurso judicial equivocado.
El abogado integrante de la Tercera Sala, José Miguel Valdivia, advirtió que el recurso de amparo económico no correspondía, ya que está diseñado para casos en que el Estado compite con privados, no para resolver conflictos sobre permisos administrativos.

“Debieron presentar un recurso de protección”, explicó el jurista, calificando la acción legal como “un uso irracional” del mecanismo.

En palabras simples: el caso se cayó por forma y por fondo.

Ciencia, ética y una frontera borrosa

La resolución de la Corte no sólo cierra una batalla judicial: abre un debate profundo sobre los límites entre el avance científico y el respeto a la dignidad humana.

El fallo establece que la enseñanza médica no puede estar por encima de la normativa sanitaria, y que la manipulación de cuerpos humanos —aunque sea con fines académicos— requiere una regulación estricta y transparente.

Para muchos expertos, la decisión marca un precedente. “Chile está diciendo que no todo lo que es técnicamente posible es moralmente aceptable”, señaló un académico consultado por BBCL.

Reacción del CEMQ: “Acataremos, pero el problema sigue”

Tras conocerse la sentencia, el CEMQ emitió un comunicado público donde manifestó su respeto por el fallo, pero también su frustración:

“Acataremos lo resuelto por la Corte Suprema, pero no podemos dejar de expresar nuestra preocupación por las consecuencias que esto tendrá en la formación médica del país”, declararon.

Desde la institución insisten en que su propósito es mejorar las condiciones de entrenamiento de cirujanos y residentes, y aseguran que seguirán colaborando con las autoridades “para compatibilizar la normativa con la excelencia académica”.

Final de una historia tan real como inquietante

Con el fallo de la Corte Suprema, el caso de las piernas retenidas llega a su fin. Las piezas humanas seguirán bajo custodia hasta nuevo aviso del Ministerio de Salud, y el CEMQ deberá replantear su modelo de capacitación.

Lo que comenzó como un trámite de importación terminó convirtiéndose en un símbolo de los dilemas éticos de la ciencia moderna.

Una historia donde la burocracia, la ley y la moral se cruzaron de manera casi cinematográfica, recordándonos que incluso en nombre del conocimiento, hay límites que no se pueden cruzar.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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