El Obispo de la Diócesis de Iquique, Monseñor Isauro Covili, durante la mañana del sábado recién pasado, entrego un mensaje de aliento a la comunidad católica de Tarapacá, específicamente, a quienes se vieron afectados por el incendio de la Iglesia San Antonio de Padua.
Así, desde calle Latorre con 21 de Mayo, espacio en donde se emplazaba el templo, Monseñor reconoció que la situación es compleja y dolorosa.
“San Antonio es un lugar emblemático y significativo en el corazón, en la vida de la ciudad, de la comuna y de la Región. Hay tantos hermanos, cientos de miles de hermanos, que están vinculados a este lugar por su fe, por su afectividad, por su historia familiar y, desde allí, vivimos este tiempo como duelo”, señaló el Obispo.
Además, en su mensaje indicó que desde el duelo y el dolor es necesario recuperarnos como personas “y también el lugar, si Dios quiere, a futuro”.
“Que esta experiencia de duelo nos permita encontrarnos, unirnos más cada día, que la comunidad vuelva a sentirse identificada con este lugar y con San Antonio de Padua y con la vida de los franciscanos”, indicó Monseñor.
También la autoridad eclesiástica comentó que el templo es uno de peregrinación de las personas pobres, quienes iban a buscar “el pan de San Antonio de Padua” a renovar su esperanza, en medio de las limitaciones de cada uno.
“Les aliento y les animo: encontrémonos y reencontrémonos para seguir siendo Iglesia y pueblo de Dios, para seguir añorando sueños y añorando una vida mejor para todos y, especialmente, con los más pobres”, finalizó Monseñor Covili, tras dar una bendición a la comunidad.
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