Han pasado cerca de siete años en que se promulgó y publicó la ley 21.100, que prohíbe la entrega de bolsas plásticas de comercio en todo el territorio nacional, y que entró en vigencia el 3 de agosto de 2024, -una acción gradual según el tipo de empresa-, pero que, al parecer, no tendría la conformidad de todos los parlamentarios.
Es el caso del senador Juan Castro Prieto, quien, aludiendo a la alta huella ambiental del uso de bolsas de TNT o polipropilenio, presentó una moción que propone modificar esta normativa, con el objeto de imponer a los establecimientos de comercio la obligación de entregar bolsas plásticas biodegradables.
El proyecto -que será analizado por la Comisión de Medio Ambiente, Cambio Climático y Bienes Nacionales– precisa que, “permitir nuevamente la entrega de bolsas plásticas biodegradables, bajo estrictas regulaciones y estándares ambientales, representa una medida que responde a las necesidades de la población y a los desafíos actuales en la gestión ambiental”.
A juicio del autor, “este enfoque no solo protege el medio ambiente, sino que también promueve la innovación tecnológica, la generación de empleos verdes y una transición hacia un modelo de consumo más sostenible y responsable”.
En esta línea, el parlamentario sostuvo que, “el retorno de estas bolsas también brinda flexibilidad en situaciones excepcionales, como emergencias climáticas, compras imprevistas o el transporte en sectores rurales, donde las alternativas actuales resultan insuficientes o poco prácticas. No obstante, para evitar un uso indiscriminado, su entrega podría regularse mediante la limitación a un número específico por compra, asegurando un equilibrio entre sostenibilidad y funcionalidad”.
Dentro de su visión, el senador argumenta que, “es necesario evaluar y actualizar esta normativa, permitiendo la entrega regulada de bolsas plásticas biodegradables como una alternativa sostenible y compatible con las necesidades de la población y la protección ambiental.
REDUCCIÓN DEL IMPACTO AMBIENTAL
Para mayor abundamiento, el proyecto explica que las bolsas plásticas biodegradables son fabricadas a partir de materiales renovables como almidón de maíz o caña de azúcar, cuentan con propiedades que les permiten descomponerse rápidamente y con un impacto significativamente menor en el medio ambiente, siempre que cumplan con estándares internacionales de biodegradabilidad y compostabilidad.
“En los últimos años, los avances tecnológicos en este ámbito han consolidado estas opciones como soluciones ambientalmente responsables, promoviendo a la vez la inversión y el desarrollo de economías circulares”, puntualiza Castro.
