Una ciudadana boliviana fue detenida en el Aeropuerto Chacalluta cuando intentaba viajar a Santiago con 16 paquetes adheridos a su cuerpo que contenían 4,22 kilos de cocaína base; la droga fue detectada por seguridad aeroportuaria y confirmada por la PDI, quedando la imputada a disposición del tribunal.
El aeropuerto Chacalluta estaba envuelto en la calma rutinaria del mediodía: pasajeros apurados buscando su puerta de embarque, maletas rodando con eco metálico, voces distantes anunciando la salida del próximo vuelo rumbo a Santiago, pero entre esa normalidad, una historia distinta comenzaba a escribirse. Una que no terminaría en la capital, sino en manos de la Policía de Investigaciones.
Fue allí, en ese punto donde las miradas se cruzan breves y la seguridad observa más de lo que parece, que una mujer de nacionalidad boliviana fue descubierta intentando abordar un avión con un cargamento que no figuraba en ningún ticket de equipaje: más de 4 kilos de cocaína base adheridos a su cuerpo, cuidadosamente acomodados entre su ropa.
EL MOVIMIENTO SOSPECHOSO QUE ENCENDIÓ LAS ALERTAS
Personal de AVSEC, especializado en seguridad aeroportuaria, fue el primero en notar algo que no cuadraba. El paso rígido, la silueta disimulada, el abultamiento bajo las prendas: señales leves, casi invisibles para un pasajero común, pero evidentes para un ojo entrenado.
Cuando la intervinieron, lo que parecía una simple fiscalización se transformó en un hallazgo mayor: 16 paquetes envueltos y compactos, ocultos bajo varias capas de ropa térmica. La sospecha se convirtió en certeza y la coordinación con la Avanzada Antinarcóticos Chacalluta de la PDI se activó de inmediato.
LOS 16 CONTENEDORES QUE CONTABAN OTRA HISTORIA
“Al revisar los paquetes y realizar la prueba de campo, la sustancia dio positivo para cocaína base”, contextualizó el subprefecto Marco Vergara, jefe de la unidad Avanchaca, quien luego confirmó el peso total: 4,22 kilos, equivalentes a miles de dosis —más de 21 mil, según estimaciones policiales— que en el mercado ilícito representarían más de $21 millones.
Cada uno de esos paquetes, aunque silencioso, hablaba de rutas clandestinas, organizaciones que operan en la sombra y redes que intentan usar los terminales aéreos como puentes de traslado rápido hacia el centro del país.
DEL EMBARQUE AL TRIBUNAL
El viaje terminó antes de comenzar. Tras el procedimiento policial, la mujer fue detenida y puesta a disposición del Ministerio Público, que instruyó su traslado al Juzgado de Garantía de Arica para control de detención y formalización por tráfico de drogas.
Mientras tanto, las maletas siguieron rodando en el aeropuerto, los pasajeros siguieron embarcando, y Chacalluta continuó con su propia rutina. Pero, en medio de esa normalidad, un recordatorio quedó flotando en el aire: las fronteras, incluso las más silenciosas, siguen siendo escenarios decisivos en la batalla contra el narcotráfico.
