
El Senado de la República ratificó este miércoles lo que muchos venían anticipando: Marcia Scantlebury Elizalde asumirá hasta el 5 de septiembre de 2026 como Directora de Televisión Nacional (TVN), reemplazando a Adriana Delpiano, quien dejó el cargo para asumir como ministra de Defensa. Pero detrás de este nombramiento hay mucho más que un título: es la historia de una mujer que sobrevivió al horror, que luchó por la libertad de expresión y que ahora tendrá en sus manos el futuro del canal público más importante de Chile.
Una carrera forjada en la pasión y el exilio
Licenciada en Periodismo y Comunicaciones por la Pontificia Universidad Católica, con estudios en Ciencias Políticas, Economía, Derechos Humanos y Cultura, Scantlebury no es nueva en el mundo de la comunicación ni en la gestión cultural. Su trayectoria profesional abarca roles como redactora, entrevistadora, editora, directora y corresponsal en medios escritos, radiales y audiovisuales, tanto en Chile como durante su exilio en el extranjero.
En el ámbito público, ha ocupado cargos relevantes: Directora de Cultura del Ministerio de Educación, Presidenta del Directorio del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, y directora de TVN por más de nueve años, llegando a ser Vicepresidenta del canal. Actualmente, también es Vicepresidenta del Centro Cultural Matucana 100 e integra el directorio del Bodegón Cultural de Los Vilos.
El senador Ricardo Lagos Weber destacó la amplitud de su experiencia durante la sesión del Senado: “Marcia ha combinado el periodismo, la gestión cultural y la defensa de los Derechos Humanos en casi cinco décadas de carrera, y su liderazgo será fundamental para TVN en esta etapa”.
Una historia marcada por la dictadura
Pero su vida profesional es inseparable de su historia personal. En 1974, en los inicios de la dictadura militar de Augusto Pinochet, la periodista fue detenida por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), mientras cuidaba de sus hijos. “Pensé que estaba libre de polvo y paja, pero cometí el error de salir ese día… y me atraparon”, relató en entrevistas recientes.
Scantlebury fue llevada a Villa Grimaldi, uno de los centros de detención y tortura más infames del país. Allí enfrentó torturas eléctricas, encierros crueles y un dolor indescriptible, en un lugar que describió como “el infierno”. Recordó:
“Te daban la instrucción de que si llegabas a sentir mucho dolor y quisieras hablar, levantaras el dedo… y te dieras cuenta de que no tenías alternativa. Es un dolor indescriptible. Nunca me desmayé, aunque pensé que lo haría”.
El objetivo de sus torturadores era que delatara a sus compañeros del MIR. Marcia resistió. “No era tan importante, pero se suponía que tenía conexiones. Nunca hablé…”, aseguró.
La liberación llegó gracias a una amnistía, un momento que describió como emocionante y aterrador a la vez, mientras sus compañeras la abrazaban y la protegían de la humillación final: fotografías oficiales de detenida, de frente y de perfil.
Del dolor al liderazgo
La experiencia dejó cicatrices, pero también enseñanzas: “Lo peor fue el odio… es una cosa que se te queda atrapada bajo la piel. Nunca vuelves a ser la misma. Y yo me he defendido mucho de eso”, reflexionó. Una mujer que enfrentó la violencia más brutal ahora se prepara para dirigir un canal público con pluralismo, calidad y responsabilidad social, en un contexto mediático complejo y desafiante.
El Senado la respalda
La votación fue mayoritaria: 29 votos a favor, 8 en contra y 2 abstenciones. Algunos senadores destacaron la importancia de completar el directorio del canal y fortalecer la infraestructura regional de TVN, mientras que otros subrayaron la necesidad de un liderazgo que combine gestión eficiente y compromiso con la pluralidad.
Hacia una nueva etapa en TVN
Con la mirada firme puesta en el futuro, Marcia Scantlebury asume un cargo donde sus decisiones afectarán a millones de chilenos. Su nombramiento no solo representa continuidad institucional, sino también un símbolo de resistencia, memoria y compromiso con la libertad de expresión.
En un país donde la televisión pública lucha por su identidad, la historia de Marcia Scantlebury recuerda que la valentía y la experiencia pueden transformar el miedo en liderazgo, y que, a veces, las heridas del pasado son la fuerza más potente para enfrentar los desafíos del presente.