Un comisario de 52 años terminó gravemente herido tras ser atacado a balazos por delincuentes que ingresaron a su casa para cometer un turbazo. El hecho ocurrió en Ciudad de los Valles, donde se registraron más de diez disparos. El policía logró repeler a la banda, que huyó del lugar. La PDI busca a los responsables y analiza si se trata del mismo grupo que robó tres autos en Vitacura.
La madrugada aún no alcanzaba a teñirse de azul cuando el silencio habitual de Ciudad de los Valles estalló en un estruendo seco: disparos, gritos y el pánico que solo despierta un delito quirúrgicamente planificado. En medio de esa escena que parecía salida del guion de una serie policial, un comisario de la Policía de Investigaciones —de 52 años, destinado en el Departamento de Policía Internacional del Aeropuerto de Santiago— se convirtió en protagonista involuntario de un violento turbazo que terminó con él gravemente herido dentro de su propia vivienda.
Fue en la intersección de Las Flores con Valle del Sol donde, según vecinos, un grupo de entre cinco y diez delincuentes irrumpió en la zona. Llegaron a bordo de un vehículo, con la velocidad y seguridad de quien ya ha hecho esto antes. Saltaron muros, forzaron accesos y evaluaron objetivos: un robo al voleo, pero con la precisión de quien conoce el terreno.
Lo que no sabían era que la casa elegida guardaba un secreto: detrás del sueño interrumpido estaba un detective armado.
EL ENFRENTAMIENTO
Cuando el funcionario escuchó el quiebre del vidrio y los pasos acelerados dentro de su propiedad, actuó como lo había hecho durante décadas de servicio. Tomó su arma fiscal. No dudó. Se enfrentó.
En el hall del domicilio se desató el tiroteo. Fue allí donde el detective recibió dos impactos de bala, uno en el abdomen y otro en el hombro, mientras intentaba evitar el robo del vehículo familiar. Su pareja —testigo directo del horror— vio cómo el hogar se convertía en un campo de batalla improvisado.
Los disparos despertaron al barrio.
Algunos vecinos, aún temblando horas después, afirmaron que los delincuentes no solo intentaron entrar a esa casa: antes habían sondeado otra. Otros contaron haber escuchado hasta una decena de tiros. La sensación general: Ciudad de los Valles dejó de ser sinónimo de calma.
HUÍDA Y RASTRO INCIERTO
Los asaltantes escaparon en segundos. La versión preliminar indica que al menos uno habría resultado herido en la retirada, pero su paradero continúa desconocido. La Brigada de Robos tomó el caso y no descarta que la banda haya actuado en otros sectores esa misma madrugada.
Una pista inquietante ya está sobre la mesa: un vehículo blanco, posiblemente Audi, similar al usado horas antes en un robo de tres autos de alta gama en Vitacura.
ESTADO DEL DETECTIVE
El comisario —que inicialmente fue reportado en riesgo vital— permanece internado en el Hospital del Trabajador, con pronóstico grave. Se aguarda evolución. Su enfrentamiento evitó el robo, pero el costo fue altísimo.
En paralelo, el Ministerio Público instruyó diligencias, y la PDI desplegó equipos especializados en análisis balístico, cámaras, y testimonios para reconstruir minuto a minuto el ataque.
UNA NOCHE QUE DEJA UNA PREGUNTA ABIERTA
¿Fue un robo fortuito… o una banda que ya recorre la capital con la impunidad de quien se sabe dueño de la noche?
Lo cierto es que Ciudad de los Valles despertó diferente: con balas en las paredes, miedo en las miradas
y un detective luchando por su vida por el simple acto de defender su hogar.
