
La Dirección de Tránsito de Colchane lleva más de seis meses sin operar, generando graves perjuicios para los vecinos que no pueden acceder a licencias de conducir, permisos de circulación ni otros trámites esenciales. En medio de esta crisis, la concejala Maribel Mamani García fue enfática al señalar: “Los presupuestos están, quien tiene la facultad de hacerlo es el alcalde”, apuntando directamente a la gestión municipal como responsable de la inacción.
Pese a que desde el municipio se argumentó en su momento que la suspensión del servicio se debe a la falta de un médico para evaluar a los solicitantes, la concejala aseguró que ese problema debe solucionarlo el mismo municipio, y que existen recursos disponibles para hacerlo. “Esto perjudica a la comunidad”, añadió, recordando que junto a otros dos concejales se constituyeron en el Ministerio de Transportes para advertir la situación.
Según la edil, el hecho de que recién el 28 de mayo se haya ingresado un oficio alertando de la situación ante el ministerio, revela una falta de gestión oportuna. A esto se suma que el municipio no cuenta con funcionarios designados formalmente en el Departamento de Tránsito, lo que impide avanzar en soluciones internas. Además, por decisión del alcalde, se externalizó la Secretaría de Planificación, debilitando aún más la capacidad operativa del municipio.
La propuesta del alcalde para enfrentar la emergencia —como contratar un médico de forma urgente o delegar funciones en funcionarios ya activos— ha sido recibida con críticas por su ambigüedad legal. Incluso se ha planteado pagar sumas millonarias para resolver el problema, lo que los concejales consideran innecesario si se hubieran tomado decisiones oportunas.
Mientras la comunidad sigue a la espera, el debate en el concejo deja al descubierto una dirección clave completamente paralizada, sin planificación clara, y con recursos sin ejecutar. Todo, bajo una administración municipal que —según sus propios ediles— tiene las herramientas, pero no ha querido usarlas.
