Anoche, en Tarapacá, se inició una de las fiestas religiosas más importantes del Norte Grande del país: la de San Lorenzo.
Por tal motivo, la noche comenzó en la Cruz del Calvario, donde las personas participantes de la pastoral y de la organización de la fiesta avanzaron en procesión desde el lugar, hasta llegar al templo.
Gentileza Red Lorenzina.
Una vez allí, el obispo de la Diócesis de Iquique, monseñor Isauro Covilli Linfati, antes de golpear las puertas de la parroquia dijo “siempre las puertas son un signo muy significativo, aunque habitual en nuestra vida. Las puertas tienen doble movimiento: se cierran o se abren. Y en esta fiesta de San Lorenzo y estas puertas que tenemos delante de nuestros ojos, que luego se van a abrir, pero que ello sea signo de nuestro corazón abierto, de las decisiones que cada uno asume en esta noche, y en esta noche santa. Cada uno podemos decidir cómo podemos vivir: con puertas cerradas, incomunicados; o bien, con puertas abiertas, dejando que la vida vaya modelando el corazón, la vida de Jesús”.
Gentileza Red Lorenzina.
Luego de que monseñor Covilli invocara la misericordia del Señor y la comunidad ofreciera perdón, se golpearon las puertas de la parroquia y se inició, oficialmente, la fiesta de San Lorenzo de Tarapacá.
Tras el ingreso al templo, se realizó una misa celebrada por el padre Benito Tapia, párroco, y el padre Wilson Cuello, vicario parroquial. En la homilía se llamó a celebrar con alegría.
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